
Benedetti debe ser un apellido que le provoca fuertes dolores de cabeza al presidente Gustavo Petro. Aunque el mandatario se caracteriza por ser —según lo ha calificado su hermano Juan Fernando Petro— un “animal político”, con lo cual también se entiende, entre otras cosas, que le resbalan críticas y opiniones en contra, los hermanos Armando Benedetti y Ángela Benedetti no dejan de ser piedras incómodas en sus zapatos.
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Tan “animal político” será el jefe de Estado (en realidad, no solo él, pues para Aristóteles todos los seres humanos lo son por vivir en sociedad) que un hasta ahora inexplicable pragmatismo lo tiene reencauchando a cualquier costo (político) al exsenador, exembajador de Colombia en Caracas y exembajador ante la FAO Armando Benedetti, a quien tuvo que sacar de su Gobierno hace más de un año y medio después de que se conocieran los explosivos audios en los que insultaba a la entonces jefe de gabinete Laura Sarabia y además arrojaba las más serias dudas sobre la financiación de su campaña en la Costa Atlántica.
El valor que tiene Armando Benedetti para el presidente Petro solo se puede explicar de dos maneras. Una que todavía está por probarse y que recoge las sospechas de buena parte del país en el sentido de que el excongresista sabe mucho del trasfondo del mandatario, lo que está más allá de lo visible o de su apariencia; y otra de la que ya habría dado muestras: su capacidad para mover las cosas (como en la Costa, en donde, según dijo durante su pelea con Sarabia, consiguió para la campaña presidencial 15.000 millones de pesos de una manera que si se supiera todos se irían para la cárcel) y en el Congreso, en donde se mueve como pez en el agua.
El exembajador representa tanto para el jefe de Estado que este ni siquiera considera su estado de salud física (pese a haber contado que estuvo en rehabilitación por su adicción a las drogas y al alcohol, Benedetti admitió que nadie se rehabilita completamente) ni su ‘salud judicial’. De lo último que se sabe, Benedetti tiene una investigación disciplinaria en la Cancillería por ir a Turquía a ver la final de la Champions League sin permiso del Gobierno, más la denuncia de su esposa, Adelina Cobo, ante la policía de España por un episodio de violencia doméstica. Pero el bulto que carga es más grande y de tiempo atrás.
Tiene en la Corte Suprema de Justicia procesos por presuntos actos irregulares en Electricaribe y la Electrificadora del Meta, donde habría ejercido influencias a cambio de apoyos políticos; el presunto trámite, desde el Senado, de un proyecto de ley para beneficiar una empresa de Euclides Torres; presunta compra de votos en La Guajira; presunta exigencia de dineros en 2010 para que la Fiduprevisora pagara los derechos pensionales a docentes de Córdoba (habría direccionado una contratación de Fonade a favor de empresas cercanas al ‘Ñoño’ Elías), y la supuesta exigencia de dinero a abogados y beneficiarios, cuando era senador por La U, para que la Fiduprevisora pagara unas prestaciones sociales.
Semejante perfil provocó el rechazo de varios integrantes del gabinete ministerial y del mismo petrismo al nombramiento de Benedetti de asesor del presidente Petro. Figuras conspicuas de la izquierda como el senador Iván Cepeda y el director del DPS, Gustavo Bolívar, no se guardaron nada. Cepeda acompañó la solicitud de “una reflexión crítica sobre la llegada de […] Benedetti a la Casa de Nariño”, pues “existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión” con su proyecto político, y Bolívar declaró su “lealtad total” a Petro, pero se plantó sobre su causa en defensa “de aquellos […] que tienen intereses distintos a un cambio real en Colombia”, y advirtió que “si no cambiamos la forma de hacer política perdimos el tiempo. No habrá valido la pena”.
El exembajador también dijo que está en rehabilitación su relación con Sarabia que, ahora, seis años después y en una de esas vueltas drásticas que da la vida, se sitúa como su jefa directa. Muchos dudan que el talante de Benedetti (hay que recordar que dijo que nadie se rehabilita completamente) le permita aceptar esa situación con tranquilidad por mucho tiempo. Por donde se le mire, Benedetti es una ficha incómoda para el presidente, así el mandatario no lo admita abiertamente, pero tiene que soportarlo, como soporta otra piedra en los zapatos: la hermana del criticado funcionario.
Qué dice la hermana de Armando Benedetti sobre Gustavo Petro
Ángela Benedetti, exconcejala y exembajadora en Panamá, a diferencia de su hermano está completamente por fuera del Gobierno, un escenario que nunca vio posible cuando en campaña impulsaba con fervor la candidatura de Petro. Quizá porque se lo ofrecieron y nunca le cumplieron o tal vez porque eran sus aspiraciones más íntimas, ella, en ese tiempo, se presentaba como la próxima canciller de Colombia. También se creyó que la nombrarían directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). “Cuando yo trabajaba en la campaña de Gustavo Petro por año y medio nos preguntaban: ¿tú quieres, cuando ganemos, puestos o negocios?”, dijo recientemente.
Pero nada de eso ocurrió, y hoy se caracteriza por ser una de las más ácidas críticas del Gobierno y del petrismo. Dispara a discreción trinos contra el presidente Petro, su entorno y sus iniciativas. No deja de ser un ruido incómodo para el mandatario cuando critica a la primera dama Verónica Alcocer, a Ecopetrol, y repostea todas las denuncias de corrupción en el Gobierno. Sus tuits no solo deben disgustar al jefe de Estado, sino a su propio hermano que recién volvió a la Casa de Nariño a ocupar una oficina y a desempeñar unas funciones que aún no están muy claras, lo que hace muy frágil su vínculo con el Ejecutivo, de no ser porque en los pasillos de la sede de gobierno se rumora que su aspiración real es remplazar a Juan Fernando Cristo en el Ministerio del Interior.




En su cuenta de X, Ángela Benedetti ha dicho cosas como (se transcriben textualmente) “Estamos a un Dorito de un nuevo estallido social. @petrogustavo debe estar muy frustrado. Ya ni las bases populares lo quieren, ni le creen”; “@petrogustavo le entrego el paso a la delincuencia. Pacto de La Picota, Levantamiento de órdenes de captura, salida deliberada de Egmont Group, perdida del poder cada vez más en más territorios, componcheria con Maduro, etc , etc .. no son hechos aislados. Todos estos hechos unidos ayudan a entender para donde va este Gobierno”; o “Petro, como siempre, echándoles la culpa a terceros de sus errores. Asuma usted solito que se equivocó. Es normal, a todos no pasa. Pero asúmalo”.
Con el paso de los días, Ángela Benedetti se ha perfilado como una verdadera curadora de críticas al presidente Petro y a su Gobierno. Echar una pasada por su cuenta de X es encontrar, además de los comentarios suyos, reposteos de sátiras, diatribas y sarcasmos de otros antipetristas. Ella y su hermano Armando son las dos caras de una misma moneda en relación con el Gobierno. Son, también, dos piedras que le deben tallar al mandatario, así él haga como que no le molestan, que se comporte como el “animal político” que su hermano Juan Fernando ve en él.
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