Para sustentar esta afirmación, ya que la secretaria privada del exdefensor del Pueblo lo denunció por supuesto acoso sexual y laboral, la Corte encontró en el proceso que la joven ingresaba “subrepticiamente al apartamento de su jefe, cuando tenían viajes a otras ciudades”, y que siempre fue muy cuidadosa para que no la sorprendieran, dice el fallo que recoge El Tiempo.

Sin embargo, indica el auto, “aunque al entrar al edificio tomaba precauciones para no ser identificada, algo que ella acepta. Los escoltas y conductores también lo sabían“.

Otra de las pruebas que según la Corte permite inferir que existía una relación entre ellos, y que la joven no fue obligada, es la declaración de una mujer que trabaja en la casa de Otálora.

La “empleada del servicio de Otálora la distinguía por sus constantes visitas. La vio en pijama, al amanecer, cuando él salía al gimnasio. Incluso una vez los sorprendió en su siempre respetada y cuidada intimidad”, cita el diario capitalino.

Ahí también figuran “las bitácoras de libros de vigilancia que registraban las frecuentes visitas de Cristancho a Otálora”, los testimonios de quienes los acompañaban en sus salidas, la versión de un procurador delegado y hasta del propietario del restaurante que frecuentaba la pareja.

En otra parte del fallo, que también recoge El Espectador, la Corte asegura que en los 16 meses que Cristancho trabajó en la Defensoría del Pueblo (entre julio de 2013 y noviembre de 2014) no dio muestras de ser una mujer mancillada ni sometida por acoso sexual. Prueba de eso es una carta que ella le envió a Otálora en una fecha especial.

“Dicen que solo los salvajes se obsesionan con la idea de los obsequios. Para muchos estas fiestas y en general todas las fechas especiales son el resultado de una idea económica de movilidad del mercado. Para mí es la oportunidad de dar algo de mi cariño a personas que son especiales en mi vida. Por eso me detengo a pensar qué es eso que mi persona especial disfrutaría, necesita o desea y luego de un análisis minucioso tomo la decisión. No siempre acierto, pero siempre lo hago con mucho amor”, dice el texto.

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Con estas pruebas sobre la mesa, la Corte asegura que no encontró mérito para culpar a Otálora por el supuesto acoso sexual, sino que, por el contrario, lo que se encontró fue que hubo una relación consentida.

Terminada la diligencia, Otálora se pronunció al respecto y dijo que fue “una víctima” dentro de este caso, que le hicieron mucho daño y que es claro que él nunca le mintió al país.

“Qué bueno que se pudiera establecer qué hubo detrás de todo esto, quiénes estuvieron gestando y montando todo este escenario. Eso sería bueno que el país también lo supiera, porque detrás de ella también estuvieron otras personas incidiendo en una injusticia de esta naturaleza. El objetivo fundamental era apartarme del cargo y tengo que reconocer que lo lograron”, explicó Otálora, citado por ese medio.