El presidente Gustavo Petro lo dijo en campaña y lo ha sostenido en su Gobierno: no regará glifosato sobre los cultivos de coca que hay en Colombia y los combatirá con una política concertada con los cultivadores. Si bien esa será la decisión para este periodo de Gobierno, una iniciativa que superó su primera cita en el Congreso de la República busca enterrar definitivamente el uso de ese químico para enfrentar esos cultivos en el país.

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Se trata del proyecto liderado por la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico (la coalición del presidente de la República), que este lunes fue aprobado en su primer debate en el legislativo. La Comisión Quinta del Senado aprobó con nueve votos a favor esta iniciativa que explícitamente prohíbe el uso del glifosato contra cultivos de coca.

En 2015, por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Colombia se suspendió la aspersión aérea con glifosato y en 2017 la Corte Constitucional definió las condiciones que debían cumplirse para reanudarla. Pero, en realidad, como lo señala este proyecto, en el país no está prohibido por una ley el uso de ese químico, que es lo que sí busca crear esta iniciativa.

La senadora Hernández argumenta no solo los riesgos para la salud que trae la aspersión de ese químico, sino la ineficacia de su uso en la lucha contra los cultivos de coca. Según las cifras divulgadas por su oficina, la resiembra mediante esta estrategia y otras de tipo forzado llega al 38 %, mientras que con la sustitución voluntaria esta no es mayor al 7 %.

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La congresista celebró la aprobación en primer debate pues, según sostuvo, implica dos logros claves: primero, avanza en “fortalecer una política real de lucha contra las drogas que esté enfocada en desarticular a las mafias organizadas y en darle una alternativa a las familias campesinas”. Y, segundo, “es un mensaje de preservación del ambiente, del cuidado de la vida, de los animales, de los ecosistemas y por supuesto de la salud humana”.

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Sin embargo, este es apenas el primero de cuatro debates que debe superar el proyecto. Ahora deberá pasar a la plenaria del Senado y luego a la Cámara de Representantes, donde debe superar uno en la Comisión Quinta y el otro en la plenaria.