La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes tiene por estos días los ojos de la opinión pública puestos encima. Hace apenas unos días, fue la encargada de surtir el primer debate de la reforma a la salud del Gobierno Petro en el Congreso y ahora se apresta a empezar la discusión de la reforma laboral y de la pensional. Se trata de los tres proyectos bandera del Gobierno de Petro en el legislativo, que han estado en el centro de la discusión pública.

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Pero esa misma célula, presidida por el representante Agmeth Escaf, tiene otra iniciativa clave en cola: la que pretende regular los vapeadores, cigarrillos electrónicos y otros imitadores de cigarrillos y productos de tabaco, que traerían serios problemas de salud.

“El país tiene que saber que existe un lobby de las grandes industrias, quienes hoy comercializan estos dispositivos a lo largo y ancho del país al alcance de nuestros niños y jóvenes. Hay un interés para que estos proyectos de regulación no cursen en el Congreso de la República”, reclamó la senadora del partido de la U Norma Hurtado, una de las autoras de la iniciativa y quien advirtió en esa célula de la Cámara que el proyecto no se puede embolatar.

La alerta la emitió la senadora luego de que en tercer debate la Comisión Séptima de la Cámara creara una subcomisión accidental para revisar la iniciativa y continuar con la discusión. Ahora, dicha subcomisión debe presentar su resultado ante la célula y está en manos del presidente Escaf darle continuidad al debate para que pueda ser aprobado el proyecto.

En noviembre de 2022, la Comisión Séptima del Senado lo aprobó en primer debate y así lo hizo la plenaria de esa corporación en diciembre de ese mismo año. Luego de que salga de tercer debate en la séptima de Cámara, iría finalmente a la plenaria de esa corporación para su cuarto y último debate.

La iniciativa, en concreto, lo que hace es modificar la ley 1335 de 2009 – conocida como ley antitabaco – para extenderla y que acoja también a lo que técnicamente se llama derivados, sucedáneos o imitadores de los cigarrillos y productos de tabaco como los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN) y los Productos de Tabaco Calentado (PTC).

Por tanto, el primero de los dos artículos del proyecto busca que el artículo número uno de dicha ley quede así:

Artículo 1. OBJETO. El objeto de la presente ley es contribuir a garantizar los derechos a la salud de los habitantes del territorio nacional, especialmente la de los menores de 18 años de edad y la población no fumadora, regulando el consumo, venta, publicidad y promoción de los cigarrillos productos de tabaco, sus derivados, sucedáneos o imitadores incluyendo los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN) y los Productos de Tabaco Calentado (PTC); así como la creación de programas de salud y educación tendientes a contribuir a la disminución de su consumo, abandono de la dependencia del tabaco del fumador, sucedáneos o imitadores y se establecen las sanciones correspondientes a quienes contravengan las disposiciones de esta ley. (El fragmento subrayado es lo que se le adiciona a la ley).

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Con esa modificación, por ejemplo, la venta de esos dispositivos electrónicos quedaría expresamente prohibida a menores de edad, población que viene avanzando en su consumo. Incluso, en algunas ciudades de Colombia ya ha regulado su venta. De hecho, según ha divulgado la oficina de la senadora Hurtado, las cifras del DANE muestran que el 25% de la población que inicia el consumo de esos elementos es menor de 18 años.

La oficina de la senadora también ha explicado que los usuarios de dichos dispositivos están expuestos a sustancias altamente nocivas para la salud como el propilenglicol, la glicerina, la nicotina, las partículas ultrafinas, entre otras.