“Desde el 2010 se vienen registrando eventos de muertes masivas de abejas por envenenamiento”, reseñó Noticias Caracol, que habló con varios expertos en el tema.

Este “desastre ecológico” es provocado por las sustancias para el control de plagas insecticidas, fungicidas y herbicidas, pese a que hay restricciones para su uso, explican los científicos.

Luis Mario Zuluaga, apicultor, expresó en el noticiero:

“No entiendo qué es lo que está pasando con el Gobierno de este país y el departamento [Ministerio] de Agricultura que sigue autorizando la venta de este tipo de productos cuando lo que hacen es matar”.

Varios expertos aseguran que pese a las limitaciones para utilizar estos productos en determinados cultivos, las sustancias que más afectan a las abejas están presentes en muchos Productos Químicos de Uso Agropecuario (PQUA) permitidos en el mercado.

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Por todo ello, un grupo de 3.000 apicultores de todo el país responsabilizó de las muertes masivas al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).

Además de la declaratoria de responsabilidad, los demandantes piden que esas entidades paguen una indemnización de 768.504.352.000 de pesos “causados por la muerte de 176.000 colmenas de abejas desde el primero de enero de 2010 a la fecha”, citó El Espectador.

Ese número de colmenas se traduce en aproximadamente 8.800.000.000 abejas, pues cada una de ellas está agrupa, en promedio, 50.000 insectos y eso representa una reducción considerable de la producción de miel en Colombia.

“A 2020 en el país existían 150.000 colmenas con una producción estimada de 4.000 toneladas de miel, lo que significa que la actividad humana de uso de PQUA es responsable de la pérdida de 1.17 veces la capacidad instalada de la apicultura nacional, en otras palabras, el impacto es tanto como que el país no tuviera una sola abeja durante 14 meses”, le explicó Fabio Díaz Granados, presidente de Fedeabejas, a ese diario.

“La omisión de control de estas moléculas por parte del Estado ha llevado a la muerte de 8.800 millones de abejas y a la pérdida por contaminación de los subproductos de la colmena como la miel, el polen, la cera, el propóleo, la jalea real, la apitoxina y el material físico de la colmena, causando graves perjuicios morales y económicos a los apicultores”, indicaron en el texto de la demanda.

Este es el informe completo de Noticias Caracol que explica la problemática: