En su resolución 1183 de noviembre de 2020, la Secretaría Distrital de Gobierno prohíbe expresamente el uso de “cilindros a gas o maquinarias de combustión” en los ‘carritos’ acondicionados para la venta ambulante de comida. 

De esta forma, los famosos puestos de ventas ambulantes de comidas rápidas se quedarían sin poder operar en toda la ciudad. La decisión de la entidad se da argumentando “razones de seguridad”, según manifestó Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá.

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“La regulación de uso de pipetas de gas busca evitar accidentes. Podrán usarlas solo quienes cumplan con requisitos de ventilación, manipulación y vencimientos”, apuntó el funcionario en su cuenta de Twitter. 

Algunos vendedores ambulantes, consultados por Noticias Caracol, manifestaron su inconformidad ante la decisión, sobre todo, en un año en el que sufrieron grandes pérdidas económicas por cuenta de la pandemia de COVID-19. 

Le solicito al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, que nos dé una reunión para llegar a concertar. La posición de Claudia López es la concertación y el diálogo; no podemos aceptar que nos quiten la oportunidad de tener el alimento de nuestras familias. Ya es una situación difícil de crisis económica por cuenta de la pandemia”, indicó en ese medio Félix Palacios, quien se identificó como vendedor informal de comida callejera desde hace más de 20 años. 

Ante el aluvión de críticas, en redes sociales, por esta decisión, el secretario de Gobierno salió para informar que los vendedores afectados serán reubicados en lugares acondicionados por el Distrito. 

“A partir del 2 de diciembre habilitamos nuevas zonas de espacio público para que vendedores informales trabajen de manera segura, otorgándoles carpas, mobiliario y peatonalización esta navidad”, agregó Gómez en su cuenta de Twitter.

Estos son los trinos en los que se critica a Gómez, y la posterior respuesta del secretario de Gobierno de Bogotá: