Inicialmente, cuando Vice divulgó el relato de Oriana Castro, la víctima, no se conocían el nombre de la agencia ni la identidad de Calderón.

Ahora, además de revelar esa información, El Espectador incluye otros testimonios de personas que trabajaron en Leo Burnett y a las que no les extraña lo que le pasó a Castro.

El artículo continúa abajo

“Es muy pesado para las mujeres en general. A las bonitas todo el tiempo les decían piropos no siempre decentes y se les insinuaban de manera vulgar”, contó Ramiro Vélez*.

“[En la agencia] hacen advertencias antes que evitar los comportamientos machistas. Uno entra allá y le dicen que en el segundo piso los hombres son bastante pesados, por ejemplo”, añadió Mónica González*.

“Ahora que leo la historia [de Oriana Castro] caigo en cuenta de esa situación. Es algo que sucede en ese piso en particular, hay un ambiente muy intimidante”, afirmó Claudia Rodríguez*.

El Espectador se comunicó con Leo Burnett, y un vocero de la empresa respondió que la queja que puso Castro fue atendida en su momento.

“Entendemos que una situación como esta es de una complejidad enorme y vemos con respeto los planteamientos de Oriana. La empresa se precia de respetar mucho a su gente, generar ambientes felices y deliberantes, pero en un entorno de respeto. Cuando suceden este tipo de situaciones, se tratan con seriedad y profesionalismo para que se pueda superar de la mejor forma”, le dijo el portavoz al diario.

El medio intentó contactar a Lukas Calderón, pero él, que aún trabaja en la agencia, no respondió.

De otro lado, El Espectador menciona que después de que Castro denunció el acoso en recursos humanos, Calderón la llamó para hacerle un reclamo:

Comenzó a hablar sin parar. Lo miraba ofendida porque ahora el indignado era él. Me dijo que le parecía mal que hubiese ido a Recursos Humanos a sus espaldas cuando podía hablar antes con él. Me dijo que tenía más tiempo que yo en la industria y que tenía que tener la piel más durita y no tomarlo todo personal”.

*El Espectador explica que les cambió el nombre a estas personas porque aún trabajan en publicidad.

Nota: en la primera versión de este artículo se decía, en el título, que Oriana Castro era ejecutiva, pero en realidad era creativa copy. Se escribió así porque ni ella ni los medios que difundieron su caso, y que Pulzo agregó, precisaron ese detalle.