Romero cuenta que ese día tenía programado un vuelo hacía la Ciudad de México, con escala en Cancún. Pero que cuando llegó a la paradisiaca ciudad, fue atropellado y tratado de manera inhumana por parte de los agentes migratorios del aeropuerto y por la aerolínea Interjert.

No me permitieron abordar mi vuelo con destino hacia la Ciudad de México… fui separado del grupo de viajeros y varias personas fuimos llevadas a una zona donde nos dijeron que nuestro ingreso a la ciudad era denegado”, relata el colombiano.

Romero añadió, en el video publicado en su cuenta de Facebook este jueves, que él y un grupo, de alrededor 30 personas donde había mujeres embarazadas, niños y ancianos, fueron llevados a una sala de vidrio, “que tenía el aire acondicionado a un grado de frío insoportable”, donde les quitaron el equipaje y les prohibieron utilizaron sus teléfonos celulares.

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Estando allí, les dijeron que debían pasar la noche en ese lugar, en el cual David Romero manifestó que solo había unas colchonetas “sucias, rotas y llenas de hongos”, con unas cobijas “orinadas y con olor a vómito”. Incluso, aseguró que “las paredes estaban untadas de sangre”.

“Nos dejaron seis botellas de agua para treinta personas y a las 2 de la mañana llegaron personas de la guardia. Las mujeres con hijos les pidieron permiso para comprar comida y medicinas para algunos que tenían hambre o estaban enfermos, pero respondieron: ‘Eso responsabilidad de la aerolínea’”, añadió el colombiano.

Finalmente, la “tortura” de David Romero finalizó al día siguiente a las 11:40 a.m. cuando le entregaron su pasaporte y lo devolvieron al país.