El desarrollo de esas actividades militares, que tendrán lugar en agosto próximo, fue revelado por el Centro para la Sociedad Libre y Segura (un centro de pensamiento que sigue las actividades de los países VRIC: Venezuela, Rusia, Irán y China), que dijo que Rusia es el país organizador, informó El Nacional, de Venezuela.

En los “juegos de guerra” también participarán Bielorrusia, Armenia y Serbia, agrega el medio venezolano, y recuerda que entre los participantes están las “grandes naciones que se oponen a Estados Unidos [y] les interesa mandar un mensaje claro y por eso usarán a Venezuela, para que no queden dudas de su cercanía”.

“La competencia se divide en cuatro etapas: evaluación de habilidades individuales, evaluación de pares, evaluación de equipos y evaluación de velocidad”, explica el mismo medio. “Los participantes deben usar tres armas, a saber, la pistola Makarov K59, el rifle automático AK74 y el rifle de francotirador SVD de 7,62 mm.”.

La idea del evento, al que también asistirán uniformados de otros 10 países aliados, es demostrar y comparar “las capacidades y el poderío de cada nación en el manejo de armas”, de acuerdo con Blu Radio.

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Asimismo, el evento se ve como otro paso de acercamiento del régimen de NIcolás Maduro con los principales protagonistas de los juegos, como Rusia, China e Irán, en contravía con los intentos de entablar diálogo con el gobierno estadounidense de Joe Biden hace unas semanas.

De momento ninguno de los medios detalló qué tipo de militares y armamento se utilizarían en el vecino país, pese a que el nombre del evento habla solo de francotiradores.

Los “juegos de guerra” en Venezuela, ¿una provocación?

Aunque se trata de un evento aparentemente amistoso, ocurre en medio de un escenario de creciente tensión militar en todo el mundo por la invasión que protagoniza Rusia en Ucrania; una situación que, aunque solo ha involucrado a esos dos países, sigue inquietando al resto del mundo.

Y es que los constantes cruces de mensajes entre las potencias al respecto no han despejado los temores de un conflicto militar a gran escala. Las circunstancias parecen no haber cambiado demasiado, pero los movimientos de otros países para unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han hecho que el presidente ruso, Vladimir Putin, tampoco baje el tono.

Latinoamérica se ha mantenido relativamente al margen de esa coyuntura, pese a los mensajes de una u otra parte. Pero Venezuela organizando ejercicios militares en tan relativa cercanía geográfica a Estados Unidos, es un hecho que bien puede ser visto por algunos como una provocación.