En reunión con su homólogo ecuatoriano el fin de semana, el presidente Iván Duque confirmó que la reapertura fronteriza será el próximo 1 de diciembre, después de permanecer cerrada durante toda la pandemia.

Aunque dijo que la reactivación del paso sería sin condiciones, sí habrá requisitos. “Para este plan de reapertura de la frontera hemos trabajado con el Ministerio de Salud de Colombia a fin de garantizar que epidemiológicamente sea segura y evitar brotes”, afirmó la ministra ecuatoriana de Salud Pública, Ximena Garzón.

La decisión de los presidentes establece la reapertura completa de pasos pero bajo medidas de bioseguridad contra el COVID-19:

“Los ciudadanos que circulen por el límite fronterizo, al igual que ocurre en los aeropuertos del país, deberán contar con el carné de vacunación con pauta completa y, quienes no lo tengan, deberán presentar una prueba PCR negativa”, indicó Garzón.

Para ello, está prevista la movilización de brigadas de inoculación para todos los ciudadanos que habitan o cruzan la frontera. También se establecerá un sistema de atención para hospitalización y de unidades de cuidados intensivos (UCI).

“Se ha desplegado todo lo necesario para la apertura de la frontera y así resguardar la salud de nuestros ciudadanos”, ratificó.

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El temor de las autoridades radica en que la apertura de la frontera pueda generar algún brote que acabe descontrolándose y poniendo en peligro sus campaña para controlar la enfermedad.

Será la primera vez que abran el paso fronterizo desde que estalló la pandemia del coronavirus en marzo de 2020, lo que permitirá el paso tanto de ciudadanos de a pié como a transportistas.

En los últimos meses solo se permitía el paso de mercancías mediante un mecanismo de depósito en frontera, donde eran recogidas por transportistas del país, lo que hacía que el proceso fuera laborioso y se tardara más en el desplazamiento de las cargas.