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Este artículo fue curado por pulzo   Nov 11, 2025 - 4:40 am
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El presidente estadounidense ha amenazado al gigante audiovisual británico BBC con una demanda por difamación, acompañada de un reclamo de mil millones de dólares por daños y perjuicios. Donald Trump pretende responder al escándalo en torno a un montaje realizado por la BBC de uno de sus discursos. Emitido en noviembre de 2024, el reportaje da a entender que el multimillonario incitó abiertamente a sus seguidores a la violencia durante los disturbios del Capitolio en 2021.

El escándalo ya ha provocado la dimisión del director general de la BBC, Tim Davie, y de la directora de información del grupo, Deborah Turness. El presidente de la cadena pública británica se disculpó por un “grave error de juicio” en una larga entrevista el lunes 10 de noviembre, en la que volvió sobre el controvertido montaje, elaborado a partir de dos discursos diferentes de Donald Trump.

El presidente estadounidense pasa ahora a la ofensiva. En una carta, sus abogados dan a la BBC (British Broadcasting Corporation) hasta la noche del viernes 15 de noviembre para que acceda a sus demandas, de lo contrario reclamará al servicio público británico mil millones de dólares. Sus tres exigencias son: la retirada del documental, una disculpa inmediata por las declaraciones “falsas, difamatorias, despectivas y engañosas” que se le atribuyen, y una compensación “adecuada”, según informa nuestra corresponsal en Londres, Émeline Vin. Donald Trump afirma haber sufrido “importantes daños financieros y de reputación”.

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La amenaza de una demanda en territorio británico parece bastante remota, ya que el documental se emitió hace más de un año. Pero la Casa Blanca podría decidir iniciar acciones legales en Estados Unidos si consigue demostrar que el programa fue accesible allí. El presidente estadounidense, en guerra abierta contra parte de la prensa, ha multiplicado las amenazas y las acciones legales contra medios de comunicación estadounidenses. Algunos han aceptado pagarle millones de dólares para que retire sus denuncias.

La BBC promete “reforzar” el control de las normas editoriales

La BBC ha indicado que “está examinando la carta” y ha asegurado que “responderá directamente a su debido tiempo”, según ha informado un portavoz, sin dar más detalles. El lunes 10 de noviembre, el presidente del grupo audiovisual, Samir Shah, se disculpó por el montaje del documental en cuestión. El mediador del grupo recibió más de 500 quejas al respecto en una semana.

“La BBC desea disculparse por este error de juicio”, escribió Samir Shah en una carta dirigida a la comisión parlamentaria británica de Cultura y Medios de Comunicación. Prometió “reforzar” el control de las normas editoriales dentro del grupo, pero también defendió el trabajo de su grupo, que en los últimos años ha producido “miles de horas de periodismo notable”.

La directora dimisionaria de BBC News reafirmó que no había “parcialidad institucional” en su cadena, creadora del programa “Panorama”.

La clase política se muestra severa con la BBC

La clase política británica ha criticado casi unánimemente a la BBC por su gestión del asunto. Esto llega en mal momento para el grupo audiovisual, que debe renegociar antes de finales de 2027 su contrato decenal con el Gobierno.

A la derecha, la prensa conservadora ha llevado a cabo una campaña ofensiva contra la cadena británica. La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, pide abiertamente “cortar cabezas” tras las «impactantes» revelaciones. El nacionalista Nigel Farage, cercano a Donald Trump, defiende recortes para la BBC: aboga por un reenfoque en el entretenimiento y los deportes, con un servicio por suscripción, transformando la BBC en una especie de Netflix del servicio público.

Sin embargo, el Gobierno laborista de Downing Street se ha mostrado categórico: no, el servicio público no es corrupto ni “institucionalmente sesgado”, como lo acusó el presidente estadounidense. El portavoz del primer ministro Keir Starmer subrayó que el Gobierno apoyaba “una BBC fuerte e independiente”. “La BBC desempeña un papel fundamental en una era de desinformación”, añadió. No obstante, el Gobierno insta a la institución a “mantener un alto nivel de calidad” y a “corregir rápidamente sus errores”.

En otra parte de la oposición, el líder de los Liberal Demócratas (LibDem), Ed Davey, pide a los demás representantes electos que protejan a la BBC, en nombre de la defensa de la democracia contra las interferencias extranjeras. “La BBC no pertenece a Donald Trump”, escribe en una carta abierta.

La dirección de la BBC tiene previsto organizar una gran reunión con todos los empleados a lo largo del martes.

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