The Economist recuerda que Villavicencio está prácticamente incomunicada con la capital Bogotá desde mayo y por consecuencia de los “aludes de lodo” que han generado las constantes lluvias en esa zona del país.

Incluso, ese medio, detalla que por la vía al Llano se transportan dos tercios de todos los productos producidos en el país. “Esto ha separado del resto del país a una región de 1,7 millones de personas que produce gran parte del petróleo y los alimentos de Colombia”.

Por ejemplo, dice el rotativo inglés que los habitantes de Villavicencio y los llanos circuncidantes sufren la falta de algunos alimentos como la papa, el ajo y los huevos. Que los compradores sufren buscando los pocos tomates y zanahorias que todavía no se han podrido, que más del 90 % de las reservas en los hoteles de la zona fueron canceladas y que, incluso, el reconocido restaurante Bistronomy en Villavicencio tuvo que cambiar la cerveza Club Colombia por la Andina.

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Luego, The Economist indica que Colombia es una “pesadilla” para los constructores de carreteras, pues la cordillera de los Andes     hace que los caminos sean muy complicados. “Las montañas pueden subir a 4.000 metros desde el nivel del mar en menos de 100 km. Además, Colombia tiene más lluvia que cualquier otro país del mundo, lo que dificulta el mantenimiento” de las carreteras y de las cuales otras 11 están bloqueadas por deslizamientos de tierra.

Por último, el semanario británico señala que la solución de más vuelos diarios, por parte de Satena y EasyFly, y la baja de los tiquetes es algo mínimo y que lo que “más necesitan las llanos es un camino que pueda hacer frente a la traicionera topografía empapada de lluvia de Colombia. Eso va para gran parte del resto del país”.