Por: El Colombiano

El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...

Este artículo fue curado por Frank Hoyos   Ago 22, 2023 - 2:11 pm
Visitar sitio

El telescopio espacial Webb obtuvo imágenes de la conocida Nebulosa del Anillo, con nuevos datos sobre la formación y evolución de estos objetos que sugiere un papel clave para los compañeros binarios.

Al igual que la Nebulosa del Anillo Sur, una de las primeras imágenes de Webb, la Nebulosa del Anillo muestra estructuras intrincadas de las etapas finales de una estrella moribunda.

(Vea también: Nasa sorprende con proyecto para lanzar cohete desde Marte y traer pruebas a la Tierra)

Alguna vez se pensó que las nebulosas planetarias eran objetos simples y redondos con una sola estrella moribunda en el centro. Fueron nombrados por su aspecto borroso similar a un planeta a través de pequeños telescopios. Hace solo unos pocos miles de años, esa estrella todavía era una gigante roja que estaba perdiendo la mayor parte de su masa.

Como último adiós, el núcleo caliente ahora ioniza, o calienta, este gas expulsado, y la nebulosa responde con una colorida emisión de luz. Sin embargo, las observaciones modernas muestran que la mayoría de las nebulosas planetarias muestran una complejidad asombrosa.

Roger Wesson, de la Universidad de Cardiff, e investigador relacionado con esta observacuión del Webb, declaró en un comunicado: “Cuando vimos las imágenes por primera vez, nos sorprendió la cantidad de detalles que contenían. El anillo brillante que da nombre a la nebulosa está compuesto por unos 20.000 cúmulos individuales de gas hidrógeno molecular denso, cada uno de ellos tan masivo como la Tierra.

Dentro del anillo, hay una banda estrecha de emisión de hidrocarburos aromáticos policíclicos o PAH, moléculas complejas que contienen carbono que no esperaríamos que se formaran en la Nebulosa del Anillo. Fuera del anillo brillante, vemos “picos” curiosos que apuntan directamente en dirección opuesta a la estrella central, que son prominentes en el infrarrojo pero que solo se ven muy débilmente en las imágenes del Telescopio Espacial Hubble.

Creemos que esto podría deberse a moléculas que pueden formarse en las sombras de las partes más densas del anillo, donde están protegidas de la radiación directa e intensa de la estrella central caliente”.

Las imágenes del instrumento infrarrojo MIRI proporcionaron la vista más nítida y clara hasta el momento del tenue halo molecular fuera del anillo brillante. Una revelación sorprendente fue la presencia de hasta diez características concéntricas espaciadas regularmente dentro de este tenue halo.

(Lea también: Una nueva era para la astronomía con las imágenes del James Webb)

Estos arcos deben haberse formado aproximadamente cada 280 años cuando la estrella central se estaba desprendiendo de sus capas exteriores. Cuando una sola estrella se convierte en una nebulosa planetaria, no hay ningún proceso que conozcamos que tenga ese tipo de período de tiempo.

En cambio, estos anillos sugieren que debe haber una estrella compañera en el sistema, orbitando tan lejos de la estrella central como lo hace Plutón de nuestro Sol. Mientras la estrella moribunda se deshacía de su atmósfera, la estrella compañera dio forma al flujo de salida y lo esculpió. Ningún telescopio anterior tenía la sensibilidad y la resolución espacial para descubrir este sutil efecto, explica Wesson.

“Entonces, ¿cómo una estrella esférica formó una nebulosa tan estructurada y complicada como la Nebulosa del Anillo? Un poco de ayuda de un compañero binario bien puede ser parte de la respuesta”, especula.

(Vea también: Se cumple un año de las primeras imágenes del James Webb: ¿qué ha logrado este telescopio?)

El 11 de julio se cumplió el primer aniversario de las primeras imágenes compartidas por el Telescopio Espacial James Webb. A un año de estas imágenes, los científicos están orgullosos del resultado de los paisajes astronómicos y su nivel de detalle entregados por esta tecnología.

“Los datos revelados por el telescopio durante el año han logrado una producción científica impresionante. Hace un año dije que las primeras imágenes eran el 1% de lo que sería este telescopio y sigo pensando que estamos en la punta del iceberg de todo lo que puede lograr, teniendo en cuenta que mínimo durará 10 años en el espacio. Se ha hablado de la posibilidad incluso de que esté durante 20 años observando el universo”, dijo el astrofísico Jorge Zuluaga.

Lee todas las noticias de mundo hoy aquí.