Después de cerca de dos siglos de no alineamiento militar, el gobierno de ese país indicó que cierra “una era para entrar en otra”. El anuncio lo dio la primera ministra sueca Magdalena Andersson en una conferencia de prensa.

Suecia espera lograr el ingreso en un plazo máximo de un año, afirmó la jefa del ejecutivo, en un momento en que la OTAN intenta apaciguar algunas dudas de último minuto expresadas por Turquía.

Los nuevos miembros necesitan la unanimidad y la ratificación en los parlamentos de los países que ya forman la alianza militar.

Entre tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia representa “una amenaza directa”, y advirtió que Moscú reaccionará ante el despliegue de “infraestructuras militares” en esos países nórdicos.

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La primera ministra sueca sostuvo reuniones con los líderes de los partidos del Parlamento, para constatar que dispone de una mayoría amplia.

(Vea tambiénFinlandia oficializó adhesión a la OTAN; presidente de ese país le había avisado a Putin).

Después de la histórica decisión adoptada por el partido socialdemócrata que está en el poder, seis de los ocho partidos representados en la cámara se declararon favorables a una adhesión a la OTAN.

Esto representa una mayoría teórica que apoya la adhesión de 304 diputados suecos sobre un total de 349, es decir más del 85 %.

La decisión de Suecia está claramente influenciada por la candidatura finlandesa, reconoció Andersson ante el Parlamento. Desde la invasión rusa de Ucrania, Finlandia ha tomado la iniciativa y Suecia ha ido a remolque.

Si Suecia se convirtiese en el único país no miembro de la OTAN en la zona del mar Báltico, con la excepción de Rusia, se encontraría “en una posición muy vulnerable” dijo Andersson.

Otros países nórdicos como Noruega, Dinamarca e Islandia, que ya son miembros de la OTAN, prometieron apoyar a Suecia y Finlandia.