Un supuesto asesino en serie sueco confesó 39 asesinatos, que incluían violaciones, torturas y canibalismo. Pero al final todo era una invención para llamar la atención y buscarse a sí mismo.

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Historia de ‘Thomas Quick’, el falso asesino en serie sueco

Nació en Estocolmo, a finales de la década de los 40. Su verdadero nombre era Sture Ragnar Bergwall, pero se lo cambió a ‘Thomas Quick’. Hoy tendría 73 años, aunque no se sabe si murió o esta vivo porque se perdió su rastro después de que sus condenas fueran revocadas.

‘Thomas Quick’ es un falso asesino en serie que estremeció no solo a Suecia, sino a toda Europa. Confesó haber cometido 39 asesinatos, que incluían mujeres, hombres y niños. Fue comparado con ‘Hannibal Lecter’ del film ‘El Silencio de los Inocentes’.

Quick nació en una familia tradicional sueca, fervientemente cristiana y ultraconservadora. Él era gay y no podía decirlo abiertamente porque sabía que sería rechazado por sus familiares y amigos. Se reprimió toda su niñez y adolescencia. Después empezó a drogarse, abusaba del alcohol y otras sustancias. Todo un niño problema.

Sus supuestos crímenes ocurrieron entre 1964 hasta 1991, año en el que fue arrestado. En el inicio de los 90’s, disfrazado de Papá Noel, intentó robar un banco para satisfacer sus impulsos de drogadicto. En aquel momento tenía 41 años y fue enviado a la cárcel. Luego, por voluntad propia, llegó a la institución psiquiátrica de alta seguridad Säter, a unos 200 kilómetros de Estocolmo.

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Allí empezó toda una invención demencial para llamar la atención y conseguir drogas legales. Pero la mentira creció como una bola de nieve que baja de los Alpes Suizos. Empezó a mentir cuando se dio cuenta que Margit Norell, una famosa psiquiatra sueca, estaba buscando material para entender la mente criminal. Se dio cuenta que podía hacerlo y que el grupo de terapeutas del lugar tendrían un sesgo del cual podría sacar ventaja. 

Era además un devorador de literatura criminal que le daba ventaja. Leía novela policiaca, los judiciales de los periódicos y otros informes. Así empezó a encajar las piezas de su rompecabezas o de su mentira. No solo Norell le creyó sino que dio aviso a los policías. Empezaron una investigación que llevó a su condena. Ya Quick no podía parar y uno de los países que tiene un sistema judicial robusto terminó siendo estafado y desnudado en su mediocridad.

Hannes Råstam, un avezado periodista de investigación, y su colaboradora  Jenny Küttim descubrieron el timo que había urdido Quick. Küttim, en una entrevista con Diario El Mundo de España dio detalles reveladores del caso.

Además de la confesión de Sture Ragnar Bergwall no había prueba material alguna. Esto llevó al experimentado periodista a desconfiar. Su instinto le decía que había algo que no cuadraba. Con esa corazonada decidió ir a hablar con Quick quien le confesó la verdad: él lo había inventado todo.

“¿Qué puedo hacer si yo no he cometido esos asesinatos? ¿Estoy atrapado?”, les preguntó Quick a los periodistas. Aunque ya transcurría el 2007, los investigadores se pusieron manos a la obra y destaparon el caso de fraude más grande que ha sufrido el sistema judicial sueco.

Todos ellos fueron engañados por un gran mentiroso que quedó libre en 2013, cuando fue exonerado del último falso crimen por el cual había sido condenado.

En el 2019 fue estrenada una película/documental y el caso recobró otra vez popularidad.