En medio de labores de la Secretaría de Gobierno en el barrio Modelia, el jefe de la cartera, Milton Restrepo, juzgó las consideraciones del representante Gerardo Yepes en plena sesión de la Cámara durante la emergencia invernal en la ciudad.

“Lo único que preguntaría es, ¿quién le escribe lo que recita el representante a la Cámara Gerardo Yepes? A él hay que decirle el ‘Periquito’ Yepes, porque va y recita en el Congreso lo que le escriben, le recita a los medios de comunicación. Además, con qué autoridad moral cuando hoy quisiéramos mirar qué hizo por Santa Isabel, que está en el olvido, fracasado el municipio, con el hoy el ‘Periquito’ Yepes, entonces alcalde”, ‘despotricó’ Restrepo Ruiz.

Y vociferó: “Acá la alcaldía del ingeniero Andrés Hurtado está trabajando y entregando una ciudad moderna, y allá el ‘Periquito’ Yepes que siga recitando. Vuelvo y pregunto, ¿quién te escribe, ‘Periquito’ Yepes, lo que recitas en el Congreso y los medios de comunicación?”

Desde hace días, una ‘tormenta política’ acaece en la diplomacia entre ‘hurtadismo’ y el ‘barretismo’, tras las ‘puyas’ que han tomado lugar durante la última semana, luego de que el representante Yepes Caro criticara la gestión del alcalde Andrés Hurtado en medio de una sesión de la Cámara.

“Lastimosamente en Ibagué contamos con un Alcalde ineficiente, inoperante, fiestero y viajero, que se la pasa de parranda en parranda. La ciudad se sumía en el caos y el Alcalde, en otra ciudad en Argentina, deleitándose un churrasco y contemplando a Maradona.

En un ‘vaivén de puyazos’, el alcalde Hurtado Barrera le respondió a través de un medio informativo radial lo siguiente: “Todos sabemos quién es la persona que se ha atravesado como ‘vaca muerta’, y con nombre propio lo digo; Gerardo Yepes, aquí a mí no me da miedo decirlo, para nadie es un secreto que se ha atravesado en todas las obras de la ciudad de Ibagué, especialmente en las de infraestructura deportiva”.

Es menester recordar que anteriormente, Hurtado Barrera y Yepes Caro ostentaban de una sólida cercanía, toda vez que el hoy representante a la Cámara le ayudó al mandatario con sus líos jurídicos por los ‘piques ilegales’.

Se rumora en algunos mentideros políticos que la ruptura se dio luego de que el burgomaestre le diera la espalda a Yepes Caro durante su campaña al Congreso, tras decidir apoyar la candidatura de Jaime Armando Yepes de la U que, finalmente, salió ‘quemado’.

Ante las declaraciones, un ‘vaivén’ de consideraciones han acaecido entre ambos políticos, toda vez que el distanciamiento, al parecer, se configura como irremediable. Además, es menester recordar que, tanto el ‘barretismo’ como el ‘hurtadismo’, perfilan candidatos únicos para las elecciones regionales del próximo año.

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‘Cafecito envenenado’

Tras los requerimientos de la cabildante de la Alianza Verde, Linda Perdomo, quien le achacó al secretario Restrepo Ruiz supuestas mentiras en relación con el manejo del presupuesto de la cartera, máxime si se tiene en cuenta que el jefe de la cartera acotó durante la sesión del Concejo que los recursos, en un 70 %, están “amarrados a una camisa de fuerza”.

A lo anterior, Perdomo calificó como una grave confesión, “como quien dice que usted solo monta la contratación”, por lo que pidió que la Fiscalía General de la Nación investigue la posible comisión de un delito.

En ese ‘rifirrafe’, la cabildante Perdomo también sacó en cara que el alcalde Hurtado se refirió al secretario Restrepo Ruiz como un ‘rottweiler’. Es menester aclarar que la concejal, en múltiples ocasiones, ha sido señalada de ser cercana al ‘barretismo, por lo que no es ‘descabellado’ establecer que las ‘puyas’ respondan al disenso con el ‘hurtadismo’.

Durante su visita al barrio Modelia, el secretario Restrepo Ruiz precisó: “Era una presentación del presupuesto donde mostramos qué nos queda haciendo ‘platica’ para poder cubrir la recuperación del espacio público. Yo le mando un mensaje de cariño al Concejo Municipal, pero sí hago una reflexión que hizo Winston Churchill algún día. Una señora lo increpó una vez le dijo ‘si usted fuera mi marido, yo le pondría veneno en una taza de café’, a lo que Churchill le respondió ‘si yo fuera su esposo, me tomaría ese café con gusto’”.