Dicho de forma más clara: funcionarios rusos usaron Facebook, la red social más grande del mundo, para crear tensiones entre los propios estadounidenses durante la campaña presidencial que enfrentó a Donald Trump y Hillary Clinton en noviembre de 2016.

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Según el ‘Post’, algunos de los anuncios promovidos por los rusos en esa red social respaldaban grupos como el Black Lives Matter (una organización contra la violencia racista en Estados Unidos), mientras que otras publicaciones presentaban a esas mismas colectividades como una amenaza creciente para la sociedad estadounidense.

El senador Mark R. Warner, miembro del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que:

“El objetivo era sembrar caos. En muchos casos, se trataba más de suprimir votantes que de aumentar la participación”.

De acuerdo con el medio capitalino, los mensajes que Facebook prepara entregarle al Congreso muestran “una profunda comprensión de las divisiones sociales en los estadounidenses”. Además, agrega el periódico, ponen en evidencia la sofisticación de la campaña a la hora de imitar e infiltrar el discurso político de Estados Unidos al tiempo que logra polarizar los grupos sociales existentes en el país.

La inteligencia estadounidense llegó a la conclusión a principios de año de que Rusia elaboró y puso en marcha un plan para interferir en las elecciones del año pasado. Una parte de ese plan incluía el uso de redes sociales como Twitter y Facebook, en donde creaban cuentas que se encargaban de difundir noticias falsas y propaganda a favor del entonces candidato y a la postre presidente, Donald Trump, recurda Business Insider.

En los últimos días, Facebook reveló que cerca de 50 mil dólares fueron destinados a financiar la publicación del al menos 2.200 anuncios políticos en la red social, ordenados desde cuentas en Estados Unidos, pero con el idioma ruso en el computador. Rusia negó las acusaciones de compra de anuncios.