El ministro de Salud ruso, Mikhail Murashko, anunció el sábado, citado por The New York Times, que el medicamento ya está en proceso de aprobación por la autoridades sanitarias y que los primeros en recibir la vacuna serán docentes y trabajadores de la salud.
“Rusia hace parte de los países que compiten por sacar primero una vacuna para aliviar la crisis por coronavirus que ha matado a más de 680.000 personas en todo el mundo (exactamente 689.625 fallecidos, según cifras de la Universidad Johns Hopkins), y salir primero sería un asunto de orgullo nacional”, señala el rotativo.
El diario denuncia que Rusia ha utilizado la competencia por desarrollar la vacuna como propaganda política incluso “ante ausencia de evidencia científica para apoyar su anunciado liderazgo”.
A ese respecto, el inmunólogo estadounidense Anthony Fauci, principal referente en enfermedades infecciosas en EE. UU., expresó sus inquietudes sobre la seguridad de las vacunas contra COVID-19 que están desarrollando China y Rusia.
Varias compañías chinas están a la vanguardia de la carrera mundial por una vacuna contra el nuevo coronavirus, mientras que Rusia ha dicho que espera ser el primer país en brindar una vacuna al público, cita a Fauci la agencia AFP.
Pero es probable que los proyectos se enfrenten a un mayor escrutinio, dado que los sistemas reguladores de ambos países son mucho más “opacos” que en Occidente.
Fauci, a quien se le preguntó durante una audiencia en el Congreso si Estados Unidos podría usar vacunas chinas o rusas si llegaban a producirse primero, afirmó que era poco probable.
“Espero que los chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrársela a alguien”, dijo Fauci en la mencionada audiencia.
El ‘Times’ pone una duda adicional sobre la salida de una vacuna rusa efectiva y probada para el público cuando se refiere a un listado actualizado que tiene la OMS con los nombres de las farmacéuticas que trabajan en el desarrollo de vacunas para coronavirus y su etapa de desarrollo, y en la que los rusos no parecen: “No hay laboratorios que hayan empezado o vayan a empezar la fase 3, es decir, la etapa definitiva para comprobar si una vacuna es efectiva”, señala el medio.
Por último, el diario recuerda que a los científicos rusos típicamente se les ha puesto bajo la lupa por sospechas de tomar atajos en el desarrollo de medicamentos e incluso se les ha señalado de robo de propiedad intelectual.
LO ÚLTIMO
.svg)
