Aunque organizadores del evento y varios corredores intentaron auxiliarlo al verlo tendido en el suelo, Thomas, de 33 años, murió de inmediato, informó BBC.

Para ese día, el Servicio Meteorológico Nacional había pronosticado tormentas eléctricas con “granizo grande, vientos dañinos y fuertes lluvias en algunas áreas” de Kansas; sin embargo, la ultramaratón siguió según lo planeado.

“Me duele el corazón”, manifestó Ashley Stanley, viuda de Thomas, en una publicación de Facebook en la que compartió varias fotos del hombre, con quien tuvo dos hijos.

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“Fueron 15 bendecidos años en los que conocí a mi mejor amigo, y estaba planeando llegar a 79. Por favor, mantengan a nuestra familia en sus oraciones”, agregó la mujer, quien describió a Thomas como “el hombre más maravilloso” del mundo.

A través de Facebook, los organizadores de la carrera también lamentaron la muerte del corredor, y citaron una frase con la que Thomas fue despedido por su familia:

“Las posibilidades de morir por un rayo son una en un millón, y Thomas como persona era realmente una en un millón”.

A continuación puedes ver la publicación de la viuda del maratonista: