El mandatario volvió en la tarde de hoy a la sede de gobierno de ese país, luego de pasar tres noches en el hospital militar Walter Reed afectado por el COVID-19. Lo primero que se le vio hacer fue quitarse el tapabocas.

A Trump se le diagnosticó la enfermedad el jueves primero de octubre cuando por primera vez una prueba resultó positiva según su portavoz Kayleigh McEnany. La Casa Blanca se ha rehusado decir cuándo fue la última prueba negativa.

Luego de eso, el viernes 2 de octubre, sobre las 6:30 de la tarde de Washington fue hospitalizado y recibió tratamientos que generalmente se administran a casos graves; no obstante, su médico, Sean Conley, dijo que no ha pasado el riesgo para él:

“Aunque todavía no esté completamente fuera de peligro, el equipo y yo estamos de acuerdo en que todas nuestras evaluaciones y, lo que es más importante, su estado clínico, respaldan el regreso seguro del presidente a casa, donde estará rodeado de atención médica de clase mundial las 24 horas del día, los siete días de la semana”.

¿Qué tratamiento le dieron a Donald Trump contra el coronavirus?

En la propia Casa Blanca recibió el viernes en forma intravenosa una fuerte dosis (8 gramos) de un tratamiento experimental de la empresa biotecnológica Regeneron.

Ese tratamiento se basa en dos anticuerpos fabricados en laboratorios para neutralizar el coronavirus. Los resultados clínicos de los ensayos son prometedores pero su administración está restringida a esas pruebas, aunque con algunas excepciones; como la de Trump.

El mandatario también fue sometido a un tratamiento con el antiviral remdesivir durante cinco días. Ese antiviral fue el primero en recibir un autorización de urgencia contra el COVID-19. Es inyectado en forma intravenosa una vez al día y procura evitar que el virus se replique. Actualmente se recomienda para pacientes que hayan requerido oxígeno. La quinta dosis está programada para el martes en la Casa Blanca.

Desde el sábado, Trump está también recibiendo dexametasona, un corticoide para enfermedades severas y hospitalizados por el covid que, se ha probado, reduce la mortalidad. Ese remedio de la familia de los esteroides combate inflamaciones que pueden comprometer seriamente a los pulmones y otros órganos vitales.

Los tres tratamientos son utilizados en diferentes fases de la infección lo cual alimenta la confusión sobre el estado actual del presidente.

Muchos expertos se preguntaban si Trump estaba en realidad más enfermo de lo que dicen sus médicos, o si se tomaron precauciones excesivas debido a la importancia del paciente, a pesar de los riesgos de interacciones de los medicamentos y efectos secundarios.

Trump también está recibiendo otros medicamentos y suplementos; entre ellos zinc, vitamina D, famotidina (que puede ser usada contra la acidez), melatonina (prescrita usualmente contra el insomnio) y aspirinas, según informó Conley el viernes.

Lee También

¿Trump se sometió a experimentación de varios tratamientos contra el coronavirus?

Varios médicos se asombraron ante la multiplicidad de tratamientos: “Es el ejemplo del síndrome VIP en el que el paciente recibe un tratamiento irracional sin evidencia y es tratado en exceso”, dijo Eric Topol, director del Scripps Research Translational Institute.

El propio Sean Conley, médico del presidente, ha hablado de un “territorio inexplorado”.

Para otros es razonable que, en medio de una pandemia, los médicos tomen decisiones basándose en datos incompletos, dijo Gregory Poland, profesor de medicina en la Clínica Mayo. “Como todo buen médico sabe, la medicina es una ciencia y un arte”, señaló.

¿Qué síntomas ha tenido Donald Trump luego de contagiarse de COVID-19?

Inicialmente registró “fiebre alta”, fatiga, tos y congestión nasal pero no sufrió ahogos, dijo su médico Sean Conley. El último estado febril habría sido el viernes.

La tasa de saturación de oxígeno en la sangre cayó dos veces a niveles que señalan una eventual afección de los pulmones. El viernes la tasa fue de 94% y el sábado de 93%, las cuales son inferiores a la normal de 95%. El lunes, llegaba al 97%, según el médico Shaun Dooley.

Trump recibió oxígeno el viernes en la Casa Blanca y quizás el sábado. Su médico es evasivo respecto al segundo episodio. No requirió un respirador artificial.

Conley no describió el estado de los pulmones de su paciente ni los resultados de las imágenes. Apenas dijo: “Hicimos las observaciones esperadas, pero nada muy importante desde el punto de vista clínico”.

Consultado sobre si Trump tiene neumonía, una infección de los pulmones, dijo: “No se nos permite hablar de eso”. ¿Síntomas neurológicos o efectos secundarios de las drogas? “Lo verán pronto: ha vuelto”, dijo el médico.