“La prohibición se aplicará a cualquier empresa que se dedique principalmente a la extracción de combustibles fósiles, incluidos muchos de los mayores contaminadores del mundo”, afirmó.

“Nuestra decisión se basa en los esfuerzos realizados durante décadas por muchos en esa industria para evitar que los gobiernos de todo el mundo tomen medidas significativas en relación con el clima”, explicaron la directora general interina, Anna Bateson, y el director de ingresos, Hamish Nicklin, en un comunicado conjunto.

El Scott Trust, propietario del grupo de comunicación, también ha desinvertido “casi por completo” en las empresas de combustibles fósiles, añadieron.

Greta Thunberg y Vanessa Nakate

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Bateson y Nicklin reconocieron que esta decisión afectará a las finanzas de la empresa, ya que la publicidad representa el 40 % de sus ingresos.

“Es cierto que rechazar algunos anuncios podría hacer nuestras vidas un poco más difíciles a muy corto plazo”, afirmaron. Sin embargo, afirmaron creer que “el mantenimiento de la sostenibilidad financiera tienen que ir de la mano” con “el desarrollo de una organización con propósito”.

El diario no excluirá sin embargo la publicidad de productos de alta huella de carbono, como coches o vacaciones, porque eso no sería “financieramente sostenible”.

La adolescente sueca Greta Thunberg, activista de la lucha contra el cambio climático, aplaudió la decisión del diario de no “aceptar dinero de las compañías que extraen combustibles fósiles”. Es “un buen comienzo, ¿quién llevará esto más lejos?”, lanzó en Twitter.

Para la organización ecologista Greenpeace este es un “momento decisivo y The Guardian debe ser aplaudido por este audaz movimiento para poner fin a la legitimidad de los combustibles fósiles”.

La oenegé alentó a otros medios de comunicación, organizaciones artísticas y deportivas a seguir su ejemplo. En los últimos meses, varias organizaciones, entre ellas la Royal Shakespeare Company y el Museo Británico, pusieron fin a su patrocinio corporativo con grupos petroleros bajo la presión de la opinión pública.