El hombre emprendió camino hacia la nación árabe luego de que su esposa le contara que Isis había tomado el control de Kurdistán, donde vivían ella, sus 2 hijos y demás familiares de la pareja, informó Daily Mail, citando a la revista de la Universidad de Lund.

“Tomé el primer avión para estar con ellos. ¿Qué clase de vida tendría si les hubiera pasado algo allá?”, manifestó Firas, explicando por qué se devolvió a Irak en un momento tan difícil.

De acuerdo con el diario inglés, Firas le mandó un mensaje de texto a Charlotta Turner, su tutora de tesis, contándole que posiblemente no podría terminar su trabajo de grado por lo que estaba pasando en Irak. Al saber esto, la profesora decidió hacer hasta lo imposible por rescatarlo.

El artículo continúa abajo

Ella habló con el jefe de seguridad de la universidad y él, a través de una empresa, contrató a 4 mercenarios para que rescataran al estudiante. El medio señaló que ellos llegaron a la zona de guerra, ubicaron el escondite de Firas “y lo evacuaron de la ciudad, junto con su esposa y sus 2 hijos”.

Si bien el hombre manifestó que nunca se había sentido “tan privilegiado, tan VIP”, también señaló que se sintió “un cobarde” porque tuvo que dejar atrás a su mamá y a sus hermanas.

Por su parte, la profesora explicó por qué ayudó a su estudiante:

“Lo que estaba sucediendo era completamente inaceptable. Me enojé mucho al saber que Isis se estaba metiendo en nuestro mundo, exponiendo a mi estudiante de doctorado y a su familia, e interrumpiendo la investigación”.

Aunque esta historia data de 2014, hasta ahora se conoció gracias a la publicación de la revista de la Universidad de Lund, la cual también compartió la siguiente foto de Charlotta y Firas:

Kennet Ruona - Universidad de Lund.