Tales agentes son empleados en pesticidas, según un nuevo estudio obtenido por la cadena pública Radio-Canada.

Entre finales de 2016 y mayo de 2018, cerca de 50 diplomáticos enviados por Washington y Ottawa a La Habana, así como algunos de sus familiares, sufrieron males como falta de equilibrio y coordinación, vértigo, migrañas, además de ansiedad, irritabilidad y lo que las víctimas llamaron “niebla cognitiva”.

Ni Estados Unidos ni Canadá han dado explicaciones públicas sobre este fenómeno, que se conoce como el “síndrome de La Habana”.

Tampoco han confirmado ni desmentido si se debió a un ataque con algún tipo de misteriosa arma acústica, como medios estadounidenses han dicho sin presentar pruebas.

Ataque auditivo

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A pedido del ministerio canadiense de Asuntos Extranjeros, un equipo de la Universidad de Dalhousie, en Nueva Escocia, realizó un estudio clínico sobre las 15 víctimas canadienses, cuyos resultados fueron anunciados este jueves por Radio-Canada.

El equipo multidisciplinario de 26 investigadores dirigido por la neuróloga Alon Friedman propuso en él la hipótesis “de una exposición a bajas dosis de neurotoxinas”.

Según el estudio, los exámenes realizados “sugieren fuertemente” una intoxicación por organofosfatos, que se utilizan en los pesticidas para combatir a los mosquitos.

Friedman dijo que existe un “vínculo directo” entre la aparición de los primeros síntomas, entre 2016 y 2017, y una extensiva campaña de fumigación realizada en esos años por el gobierno cubano, en toda la isla y en particular en La Habana, para combatir al mosquito Aedes aegypti, responsable de la propagación del virus del Zika y el dengue.

Las embajadas realizaron además sus propios operativos de fumigación.

“Estas dos fuentes combinadas ciertamente expusieron a los diplomáticos de forma excesiva”, concluyó Friedman.