“El fin de semana comencé a sentir algunos malestares y hoy se me ha diagnosticado que he sido contagiado de COVID-19”, afirmó el presidente, de 51 años.

Luego añadió que seguirá en sus funciones mediante el “teletrabajo”, que empezó un tratamiento para tratar sus “síntomas leves” y que de momento su esposa es “asintomática”.

Hernández lamentó a la vez que el sistema hospitalario local “colapsó” por la gran cantidad de contagiados, pero dijo que este martes salieron brigadas en San Pedro Sula y la capital, los centros de mayores contagios, para atender a los enfermos en sus casas.

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El sistema de riesgo anunció la noche del martes que los enfermos aumentaron a 9.656, con 478 casos nuevos, y que los muertos llegaron a 330, en una población de 9,3 millones de habitantes.

Desde el inicio de la pandemia a mediados de marzo, Hernández se ha mostrado al frente de la estrategia de combate y prevención del coronavirus. El impacto ha ido en aumento en Honduras pese al toque de queda establecido el 16 de marzo para obligar al aislamiento social y a que el gobierno incluso sacó militares y policías a las calles para presionar a la población a quedarse en casa.

En muchas comparecencias de prensa, el presidente ha promovido el aislamiento social, el uso de mascarillas y el lavado de manos. En algunas, apareció con tapaboca, pero aún así sospecha que se contagió en una visita o reunión de trabajo.

Aunque algunos mandatarios como Donald Trump, Jair Bolsonaro y Justin Trudeau han tenido casos cerca, solo el primer ministro británico Boris Johnson lo había confirmado hasta el momento, de manera que Hernández se convierte en el segundo a nivel mundial.