Cuando se sintió enferma de lo que parecía gripa (como por lo general le sucede cada invierno), el 10 de diciembre pasado, se dirigió a un centro de salud en Wuhan, la ciudad donde se cree que comenzó el virus; allí le pusieron una inyección, informa Tele 13.
La mujer siguió sintiéndose mal, recuerda el medio, y fue a otro hospital al día siguiente, y como la debilidad persistía, el 16 de diciembre se dirigió a uno de los hospitales más prominentes de la ciudad, el Union.
En ese centro médico le dijeron a Guixian que habían atendido durante días recientes a otros pacientes con síntomas de una enfermedad similar, a la que los médicos calificaron de “desconocida y despiadada”.
La vendedora cree que se contagió en uno de los baños a donde van muchos vendedores que comercian con animales exóticos, relata Infobae, y además resultaron contagiados quienes trabajaban con ella, una hija y una sobrina.
Por ahora, la mujer está completamente recuperada pero enfrenta un temor mayor, y es el de volver a trabajar, pues el mercado donde usualmente labora está clausurado, apunta el portal argentino.
Generalmente se especula con que si bien esta mujer es considerada la paciente cero, se habrían presentado casos de la enfermedad a mediados de noviembre de 2019, pero que el gobierno chino habría ocultado información.
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