El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, anunció este miércoles una investigación y decisiones sobre el caso ocurrido el 3 de marzo de este año en Tacoma, donde ocurrió el incidente.

La decisión se produce tras la obtención de un video de una cámara de seguridad casera que mostraba a Manuel Ellis, de 33 años, llorando mientras era esposado por la policía.

Esta nueva prueba viene a complementar una primera versión grabada por un transeúnte, en la que solo se detalla parte de una golpiza y de la detención:

“Lo que queda claro de ese vídeo no es solo que Manny Ellis dijo: ‘No puedo respirar'”, indicó el abogado de la familia, James Bible, en una conferencia de prensa el martes.

“Lo que vimos es que dijo: ‘No puedo respirar, señor. No puedo respirar, señor. No puedo respirar, señor’… Una clara señal de que no es solo una lucha por respirar sino un intento de ser respetuoso en los últimos momentos de la vida. Una señal de que no era la persona agresiva que las fuerzas del orden decían que era”, indicó el gobernador.

Ellis murió de un paro respiratorio debido por hipoxia y a la restricción física, indicó la oficina del médico forense, que añadió que la presencia de metanfetaminas en su sistema y una enfermedad cardíaca podrían también haber sido factores contribuyentes.

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La decisión de Inslee de iniciar una nueva investigación de este caso coincide con las recientes protestas a nivel nacional contra la brutalidad policial y el racismo desencadenadas por la muerte de Floyd, cuando también estaba bajo custodia policial en Minnesota el 25 de mayo.

El alcalde de Tacoma, 56 km al sur de Seattle, pidió que los oficiales involucrados en el arresto fueran despedidos e imputados. Los cuatro agentes que participaron en la retención de Ellis fueron puestos en licencia administrativa, pero dijeron que lo detuvieron después de que supuestamente trató de “abrir las puertas de vehículos ocupados”. Asimismo, señalaron que murió tras un altercado físico que los obligó a inmovilizarlo.