La alerta partió el pasado fin de semana del Servicio de Salud Pública de Inglaterra (NHS), con varios casos. Tuvo eco en otros países que habían detectado una situación similar: España, Francia, Estados Unidos y Bélgica, entre otros.

Se trata de niños o adolescentes que acuden al hospital con síntomas “digestivos, respiratorios o infecciosos, además de una afección cardiaca”, según el doctor Damien Bonnet, jefe del servicio de cardiología pediátrica del hospital infantil Necker de París.

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Solo en algunos casos, estos jóvenes pacientes dieron positivo a la prueba diagnóstica de COVID-19.

Según el doctor Bonnet, estos pacientes tienen entre “2 y 18 años”. En Estados Unidos, en cambio, se trata de “adolescentes” y el más joven tiene 13 años.

La “mayoría necesita medicamentos para apoyar el funcionamiento del corazón”, según el médico francés, que agrega: “Los niños evolucionan casi todos de forma favorable, si bien al principio se hallan en una situación de reanimación”.

También en Estados Unidos todos los pacientes de los que el doctor Sood tuvo conocimiento mejoraron, si bien no todos han salido del hospital, por ahora.

Algunos de los síntomas de estos niños se asemejan a los del síndrome del “shock tóxico” y a la enfermedad infantil Kawasaki.

Este raro mal provoca una inflamación de los vasos sanguíneos (erupciones cutáneas, ganglios, conjuntivitis, problemas cardiacos en sus tipos más graves): “Es como si los vasos sanguíneos estuvieran en llamas”, según Sood.

Pero también hay diferencias con el cuadro clínico detectado recientemente, según Bonnet.

La primera es la edad de los pacientes porque la enfermedad de Kawasaki “afecta primero a los menores de 2 años, aunque puede darse hasta los 4 o 5 años. Aquí, vemos de todas las edades”.

China

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A esa preocupación se añade otra, reseñada en días pasados por The Washington Post, que está relacionada con que personas entre los 30 y los 50 años, sin preexistencias de enfermedades graves y con síntomas leves de COVID-19, están muriendo por accidentes cerebrovasculares, cuando el promedio para este tipo de ataque (el derrame cerebral) es de 74 años.

El medio capitalino informa que aunque el número de pacientes jóvenes que han muerto por accidentes cardiovasculares es bajo, aun así es destacable por el hecho de asociarse al coronavirus.