De acuerdo con el diario Daily Mail, Sam Connor, el niño que se suicidó, se acostó sobre las vías del tren de Chertsey para esperar ser arrollado luego de que salió de clases del colegio católico, Escuela Salesiana, en el que estudiaba. Antes de su muerte, entregó sus pertenencias a los pocos que consideraba sus amigos.

Cuando escuchó que el tren se acercaba, cerca de la Guildford Road, Sam dio su celular y su maleta a sus amigos y salió corriendo hacia las vías del tren. Cuando este se iba a acercando muchos estudiantes de la Escuela Salesiana le gritaron para tratar de no cometiera esa locura, pero fue en vano, relata el mismo medio.

Cuando un docente se percató de la trágica situación, llamó a la policía de transporte británica para que retiraran el cuerpo del menor que se suicidó ante sus compañeros. En el lugar, encontraron una nota que los oficiales calificaron como un mensaje de despedida, detalla el rotativo inglés.

“Los agentes fueron llamados a la estación de Chertsey a las 4 de la tarde tras los informes de una víctima en las vías. Los paramédicos también asistieron pero, lamentablemente, un niño de 14 años fue declarado muerto en la escena. Su familia ha sido informada y está siendo apoyada por oficiales especialmente entrenados“, explicó la policía, citada por Daily Mail.

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El hecho conmocionó a los habitantes de Chertsey que todavía no pueden creer lo sucedido. “Dijeron que estaba siendo intimidado. Solo faltaban cuatro días para que terminara la escuela y uno pensaría que podría haber pedido ayuda” dijo un local a ese diario.

Lo he conocido de pasada y parecía feliz. Pero supongo que nunca sabes lo que está pasando con alguien. Estoy en ‘shock’“, mencionó un alumno de la Escuela Salesiana.

Por su parte, una madre de otro estudiante, que puso una ofrenda floral en el homenaje instalado por miembros de la comunidad frente a la institución académica, indicó al Daily Mail:

“Hay problemas con la intimidación. Mi hijo solía ver a Sam solo en el patio de recreo. Aunque nunca lo vio siendo atacado físicamente, sabía que estaba siendo intimidado. Esto es horrible”.

James Kibble, director de la escuela, explicó que todos los alumnos están recibiendo apoyo psicológico para afrontar esta “situación increíblemente difícil, pero al conocer la fe, la compasión y la fuerza de nuestra comunidad escolar, confío en que trabajaremos juntos para apoyarnos unos a otros”, finaliza el diario británico.