Esas microgotas de saliva contaminada además permanecen flotando en el aire más de lo deseado, según un estudio de la Florida Atlantic University (FAU).

Los experimentos de los investigadores de la facultad de Ingeniería de la FAU Manhar Dhanak y Siddhartha Verma evidenciaron que las gotas de una tos fuerte pueden llegar hasta los 3,6 metros de distancia.

Incluso gotas de una tos más ligera alcanzaron una distancia de hasta 2,7 metros.

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En el caso de tos leve, las gotas “parecen viajar de 30 cm a 2,7 metros o más, antes de difundirse y romperse”, precisó el profesor Dhanak, presidente del Departamento de Ingeniería Oceánica y Mecánica de la FAU.

Los investigadores también observaron cuánto tiempo las gotas de un estornudo o tos permanecieron suspendidas en el aire.

En la prueba de laboratorio, las partículas de estornudos y tos pesadas flotaron durante más de un minuto.

En algunos casos, esas partículas viajaron hacia afuera, alcanzando una distancia de 1,8 metros después de 12 segundos en el aire y 2,7 metros después de que pasaron 41 segundos.

Las partículas más grandes de la tos y los estornudos caen al suelo a poca distancia debido a la gravedad, pero las más pequeñas pueden transportarse a distancias más largas por la brisa, señalaron.

Tapabocas no filtra todo

Por otro lado, los experimentos con máscaras faciales de FAU, con sede en Boca Ratón, al norte de Miami, tampoco son muy alentadores.

Los investigadores señalaron que “no detiene las partículas al 100 por ciento, pero sí ralentizan los chorros de tos”.

Los investigadores de FAU utilizaron para sus experimentos un muñeco de prueba con la capacidad de proyectar una tos y estornudos similares a los humanos utilizando agua destilada y glicerina.

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“Actualmente hay una brecha en el conocimiento sobre cómo se propaga COVID-19, así como un debate científico sobre cómo se mueve la enfermedad en el aire”, dijo la decana de ingeniería Stella Batalama en un comunicado.

“Este experimento ayudará a arrojar más luz sobre la propagación de la enfermedad”, agregó.

Además, subraya por qué es tan esencial cubrirse la tos y los estornudos y usar una máscara facial cuando se encuentra en lugares públicos, recordó.

Desde el comienzo de la pandemia, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. recomiendan que las personas mantengan entre sí un distanciamiento de 1,8 metros.

La guía se basa en las investigaciones tras la propagación del SARS en los vuelos de las aerolíneas comerciales a principios de este siglo.