La operación se produce en el marco de la declaratoria del estado de excepción por 60 días que hizo el gobierno peruano en la provincia amazónica por la posible presencia dentro de su territorio de disidentes de las desmovilizadas de las Farc y de narcotraficantes.

“El narcotráfico es un cáncer que se mezcla con la corrupción y juntos perjudican el desarrollo de nuestro país. No lo vamos a permitir, estamos trabajando en todos los frentes para combatir el narcotráfico y la corrupción, cueste lo que cueste y caiga quien caiga”, afirmó el presidente de Perú, Martín Vizcarra.

El territorio declarado en emergencia está en la ribera derecha del río Putumayo, que divide los territorios de Perú y Colombia, y pertenece a la región de Loreto, la más grande del país.

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Citado por el Ministerio de Defensa de Perú, Vizcarra agregó: “Desde que tomamos conocimiento de que en esta región de la selva peruana teníamos problemas de seguridad por incursiones de ciudadanos de Colombia y Ecuador, se determinó la necesidad de una intervención para ratificar la presencia del Estado. El día de ayer se declaró en Estado de Emergencia la provincia, para garantizar una correcta acción policial y militar”.

El trabajo de inteligencia para intervenir las fincas dedicadas al narcotráfico empezó hace algunas semanas, indicó el mandatario. Además, 2 menores se encuentran en custodia de la Policía.

El ministro del Interior, Mauro Medina, le dijo a El Comercio, de Perú, que “en el operativo fueron intervenidas 51 personas. Según dijo, alrededor de 40 son extranjeros (básicamente colombianos). Ellos fueron trasladados a Iquitos”.

Medina, informó que “se realizará el control de identidad para confirmar la cantidad de ciudadanos de nacionalidad colombiana intervenidos en el operativo” y se procederá con la oficina de Migraciones, de acuerdo a su condición legal en Perú.

En el megaoperativo participaron 350 miembros de las fuerzas armadas y de la Policía Nacional, y tres fiscales, quienes se trasladaron en cinco helicópteros MI17, tres aviones y dos patrulleras.

El estado de excepción en el Putumayo hace que queden suspendidos los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio.

En ese período, la Policía Nacional del Perú (PNP) será la encargada de mantener el orden interno, con el eventual apoyo de las Fuerzas Armadas.

La ribera peruana del río Putumayo se ha convertido en uno de los focos más crecientes de cultivos ilícitos de hoja de coca, materia prima de la cocaína, dada la facilidad existente para introducir luego la droga en Colombia.

En el Putumayo hay más de mil hectáreas de cultivos de hoja de coca de las 43.900 que tiene Perú en todo su territorio, según el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El diario peruano recordó que en abril pasado, “Neider Jhonny Machacury, un colombiano de 19 años, fue detenido por la policía a pocos metros de un colegio estatal situado a orillas del río Putumayo, en el lado peruano de la frontera. Él conversaba con dos menores a quienes intentaba convencer de unirse a los grupos disidentes de las FARC ‘a cambio de dinero e instrucción en el manejo de armas’. Antes de la detención de Machacury, el Ministerio Público reportó varios casos de secuestros en la zona. En marzo, se registró la denuncia de un morador que manifestó que había sido invitado a participar ‘en la guerrilla’, y luego fue secuestrado por diez días. Huyó del lugar tras haber sido amenazado por ‘8 hombres armados’”.