En las imágenes se ve a una mujer medio desnuda masturbándose en la que sería, según medios chinos, una tienda de Ikea en la provincia de Guangdong, porque se oye hablar cantonés en los anuncios por megafonía, una lengua que se habla en algunas partes del sur de China.

“Nos oponemos y condenamos firmemente este tipo de comportamiento y lo denunciamos de inmediato a la policía en la ciudad de la tienda sospechosa” donde se habrían grabado las imágenes, dijo Ikea en un comunicado, sin dar detalles de dónde ocurrió.

Las autoridades retiraron de las redes sociales las versiones no censuradas de las imágenes. Por su parte, la respuesta de la compañía sueca fue vista nueve millones de veces.

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El grupo indicó el sábado que tomaría “medidas de seguridad y limpieza todavía más cuidadosas” y alentó a todos sus clientes a “curiosear por las tiendas de una manera ordenada y civilizada”.

La identidad de la mujer y de la persona que filmaba no fueron reveladas.

Los internautas también apuntan que nadie usa mascarillas en el video, dando a entender que fue grabado antes de la pandemia del coronavirus, que paralizó la actividad en China desde finales de enero.

“Es una mujer muy valiente, no entiendo, lo está haciendo en pleno día”, dijo un mensaje en Weibo que tuvo más de 8.000 “me gusta”.

No se trata del primer video pornográfico que llega a las redes sociales chinas, muy controladas por el gobierno.

En 2015 un video de una pareja haciendo el amor en una tienda en China de Uniqlo, una cadena de ropa japonesa, se hizo viral.

La policía detuvo entonces a cinco personas, incluyendo a la pareja, y Uniqlo negó que se tratara de una operación publicitaria.

Los chinos se exponen a hasta diez días de detención administrativa en caso de desnudez deliberada en público.

Por su parte los que difunden contenido obsceno en internet pueden ser condenados a hasta 15 días de detención y 3.000 yuanes de multa.