Escrito por:  Redacción Mundo
Feb 28, 2024 - 11:51 am

Su historia la contó El Heraldo. Desde hace un par de días, familiares y amigos de la joven estaban pidiéndole ayuda a la Cancillería para atender este caso que comenzó hace un poco más de 20 días.

Fue Roxana de la Hoz, una amiga de la mujer, quien contó detalles de lo que empezó como un dolor de cabeza y acabó en su muerte. “Todo fue muy repentino. Hace algunos 20 días, o menos, empezó con unas fuertes migrañas que no eran usuales en ella. Le mandaron una tomografía que luego arrojó la presencia de un quiste en el cráneo que contenía líquidos y debajo del quiste había una masa”, recuerda.

Melisa se había ido a vivir a Argentina hace seis años y allá estaba estudiando una subespecialización para tratar enfermedades tanto benignas como malignas de la sangre en niños (hemato-oncología). Por trabajar y estudiar, ella pensó que su dolor de cabeza era producto de las agitadas jornadas que tenía, pero al ser constantes decidió hacerse los exámenes que determinaron que tenía una masa.

El diagnóstico inicial determinó que no era maligna, pero que sí necesitaban intervenirla quirúrgicamente. Ella empezó con todos los preparativos y aunque todo parecía normal, el pasado 23 de febrero, los dolores de cabeza de Melisa incrementaron, tenía episodios de pérdida de visión y pérdida de la coordinación motora. Esto la llevó a que fuera ingresada por urgencias a un centro asistencial en Buenos Aires.

Por una crisis respiratoria, “tuvieron que subirla a UCI e intubarla”, dijo De la Hoz en su charla con El Heraldo. Eso derivó en una neumonía que complicaba aún más su salud.

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El sábado 24 de febrero, Melisa entró a cirugía para remover la masa que tenía en su cabeza, pero en esta intervención tuvieron que remover mucho tejido y gran parte del hueso craneal, pues, dijeron los médicos, el tumor era mucho más grande de los esperado. De hecho, ni lo pudieron retirar completamente.

La joven barranquillera salió de la sala de cirugías, pero, dice su amiga, “luego de la operación, entró a recuperación” y “pasadas las 24 horas, cuando bajó la sedación, esperando que diera algún tipo de respuesta, de movimiento, de que se despertara”, murió.

Lo que más llama la atención a los familiares y amigos de la joven es que Melisa nunca fue conectada a dispositivos médicos, sino que, luego de la operación en la que le retiraron la masa alojada en el cráneo, fue llevada a piso a ver su respuesta conforme bajaba la sedación.

“Ella tenía era oxígeno y pues, conforme le bajaban la sedación para que despertara, sus pulsaciones fueron disminuyendo hasta que falleció”, dijo Roxana.

La gran duda que queda con estas declaraciones es si fue un procedimiento postoperatorio adecuado, teniendo en cuenta la gravedad con la que avanzó la situación médica de Melisa.

La familia y amigos dieron a conocer algunas de las líneas de ayuda que tienen habilitadas actualmente para poder aportar económicamente en la repatriación del cuerpo:

  • 512-875943-09, cuenta de ahorros Bancolombia a nombre de Carmen del Toro Marenco.
  • 300 554 9288, DaviPlata y Nequi a nombre de Roxana de La Hoz.
  • 0992102186, cuenta de ahorro BBVA a nombre de Dayanna Jauregui.

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