Cientos de migrantes venezolanos, que han sido deportados en las últimas horas de Estados Unidos a México se encuentran en situación de calle en la frontera ante las nuevas políticas migratorias impuestas por Washington. En la mexicana Ciudad Juárez, fronteriza con el estado de Texas, familias completas están sin un techo donde vivir, no tienen alimentos ni abrigo y enfrentan un clima gélido ante la llegada de un frente frío a esa región.

El pasado jueves el Gobierno de Estados Unidos advirtió a los migrantes venezolanos que fracasarán si intentan llegar de forma irregular a territorio estadounidense y los invitó a buscar una de las visas de protección que anunció. El anuncio llegó un día después de que Estados Unidos y México cerraran un acuerdo por el cual el gobierno estadounidense ofrecerá 24.000 visados para venezolanos y regresará a territorio mexicano a todos los que crucen la frontera de forma irregular.

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Ahora, este acuerdo ha ocasionado la deportación de más migrantes, que no cuentan con los recursos suficientes para solventar sus gastos básicos y solo tienen 15 días para dejar México.

Uno de los casos es el de Frankin Osemaro, que contó a EFE que ya estaba en El Paso, Texas, y tenía seis días allá, pero lo deportaron. “Vengo con mis hijos; tienen 4 y 9 años. [Me regresaron], pero voy a intentar cruzar de nuevo a Estados Unidos. Si no tengo más opción, sí permanecería en México”, dijo.

Explicó que prácticamente “está en situación de calle”. Ante ello, pidió a las autoridades que apoyen a los migrantes y a las autoridades de Estados Unidos, en especial al presidente Joe Biden, “que vea la situación de los niños, que vienen de una pobreza extrema” y por ello solo solicitó “una oportunidad de trabajo”.

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Otro caso es el de Miguel Espis, que llegó el domingo en la noche a Ciudad Juárez y dijo que ahora “vive en incertidumbre”. “Vengo con unos primos. Me parece incongruente la medida de México: dice que apoya a los migrantes y, cuando somos deportados, nos dan 15 días para abandonar el país. En Venezuela, los deportados son ultrajados y estamos con la incertidumbre de estar aquí. No tenemos dinero ni en dónde quedarnos”, lamentó.

Recordó que, como miles de migrantes, viene “luchando por un sueño”, y espera una respuesta que no llega. “Nosotros no somos delincuentes y queremos recordárselo al presidente Biden y al gobierno de México: no somos terroristas, no pedimos ayuda de Estados Unidos, pedimos la oportunidad para trabajar. Quiero representar a la comunidad. Somos trabajadores”.

En tanto, su compatriota Nayeli Chacón, otra de las migrantes que se encuentra en situación vulnerable, contó que sus hijas tienen uno y tres años. “Venimos desde Venezuela; no alcanzamos a cruzar. Tenemos apenas unos días en Juárez, pero el clima es duro. No estamos preparados para el frío y no sabemos dónde vamos a pasar la noche”, se quejó.

“Hay muchos migrantes. Detrás de nosotros viene muchísima gente más. No queremos que esto se convierta en una condición de hacinamiento. Queremos que nos den una oportunidad de poder demostrar y poder ser trabajadores”, dijo Marco Quijada, otro migrante venezolano de 38 años, cerca del puente fronterizo que une México con Estados Unidos, en Ciudad Juárez.

Sobre la problemática, Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población de Ciudad Juárez, dijo a EFE que la llegada de estas personas obedece a la decisión de Estados Unidos y a que en los últimos meses se incrementó el número personas de Venezuela cruzando hacia ese país, motivo por el cual “se optó por un nuevo mecanismo regulatorio”.

AFP
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Detalló que brindan apoyo humanitario a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad y lo que buscan es ayudar a quienes lo requieran. “Ciudad Juárez ha enfrentado desafíos en esta materia. Este es un nuevo reto y es un escenario donde las capacidades están agotadas. Ahora continuamos atendiendo a la gente que se encuentra aquí y procuraremos encontrar más espacios para esta población “, dijo.

Recientemente, el sacerdote Javier Calvillo, director del albergue La Casa del Migrante en Ciudad Juárez, dijo a EFE que “parece que a las autoridades no les interesan los migrantes”. “La pregunta es qué pasará con todos los venezolanos. Fue un acuerdo entre los gobiernos. Ojalá y haya una acción de ellos”, dijo, y ahora espera que el gobierno ayude con recursos económicos ante esta problemática.

El plan de Estados Unidos con los migrantes venezolanos es similar al que ya existe para los ciudadanos de Ucrania, que concede un estatus temporal de dos años a quienes dispongan de un patrocinador. El anuncio de EE.UU. llega en medio de un aumento de la llegada de venezolanos a la frontera con México.

Entre octubre de 2021 y agosto de este año, más de 150.000 venezolanos han sido arrestados en la frontera sur de EE.UU., en comparación con los 50.499 en el mismo periodo del año pasado.

Atrapados en el sur de México

Mientras el norte de México recibe a centenares de venezolanos deportados desde Estados Unidos, en el sur de México centenares de venezolanos permanecen varados a la espera de un salvoconducto que les permita llegar a la frontera con Estados Unidos.

Los migrantes esperan en San Pedro Tapanatepec, un pequeño poblado del estado de Oaxaca (sur), a que las autoridades mexicanas les otorguen un permiso que les permita cruzar México rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, varios de ellos acusan la tardanza de las autoridades migratorias y la falta de información.

“Hay personas que aquí llevan siete u ocho días esperando este permiso para continuar nuestro viaje”, dijo a la AFP Mariela Molina, una migrante venezolana. “¿Qué va a pasar con todas las personas que estamos varadas aquí en México? Debemos de haber 10.000 migrantes varados. Estamos realmente desesperados”.

Según las autoridades locales, en el poblado hay entre 10.000 y 12.000 migrantes esperando permisos migratorios, lo que ha comenzado a colapsar los servicios básicos como la recolección de basura.

Molina y los demás migrantes esperan los permisos migratorios a pocos días de que entrara en vigor un acuerdo entre Washington y México, para devolver, por razones humanitarias, a los venezolanos que entren ilegalmente en Estados Unidos.

El gobierno mexicano empezó a pedir visa a los venezolanos a partir de enero pasado, lo que empujó a miles a tratar de cruzar el país de manera clandestina o en caravanas que buscan llegar a Estados Unidos.

Entre octubre de 2021 y agosto de 2022, más de 150.000 migrantes venezolanos fueron detenidos en la frontera con México, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.