El diario Daily Mail registró la triste historia y afirmó que Patience, como llamaron a la mamá canguro, tenía una herida fatal que le comprometía algunos órganos. Así mismo su pequeña cría, llamado Joey, sufrió una fuerte herida en una de sus patas.
Afortunadamente, miembros de la organización de protección de animales y del refugio Dutch Thunder, que los encontraron a tiempo en la isla Ulupna, en el río Murray (Australia), pudieron dar tratamiento médico y ahora se recuperan.
En el momento, el pequeño Joey tendrá su pata enyesada por varias semanas, pero a futuro no tendrá molestias o impedimentos, afirmó Kylee Donkers, propietario del refugio.
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Según la ley australiana, estos animales están bajo protección estatal y un ataque deliberado en su contra se penaliza con multas de hasta US$ 8.000 y 6 meses de prisión.
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