Proceso, de México, citando versiones extraoficiales informó que los acusados, identificados como Alberto Flores Morales y Ricardo Flores Rodríguez, fueron detenidos en la localidad de San Vicente Boquerón por tomar bebidas alcohólicas en vía pública. Por eso fueron encerrados en un calabozo.

Sin embargo, una noticia de un falso secuestro empezó a circular ampliamente por WhatsApp y por Facebook, donde varias páginas de medios nada confiables empezaron a dar por hecho que los hombres eran los responsables de un rapto. Incluso, se les empezó a llamar “secuestradores de Acatlán” y hasta dijeron que pertenecían a grupos criminales, relata BuzzFeed.

Así, unas 200 personas se agolparon en el lugar en el que estaban los detenidos para sacarlos a la fuerza, cansados de los delitos y de que las autoridades liberaran a los delincuentes. Luego, convencidos todos de que en verdad eran secuestradores, los golpearon y les prendieron fuego cuando aún estaban con vida.

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Horas después de los hechos, la fiscalía mexicana publicó un comunicado en el que descartaban que los hombres ultrajados hubieran participado en algún crimen. El medio Vanguardia (este sí mucho más prestigioso) informó que los sujetos no eran “robachicos” sino campesinos.

El gobierno del estado también se pronunció para decir que las personas encargadas de la seguridad en el municipio no actuaron como debían ante la situación. La fiscalía agregó que abrirá una investigación para determinar con los responsables del atroz hecho.

¿Y qué hicieron los medios que difundieron la noticia falsa (mejor, la mentira)? Empezaron a reportar sobre la petición de justicia por parte de los familiares de los hombres linchados, pero varios ni siquiera se tomaron el trabajo de eliminar las publicaciones en las que los habían acusado de secuestradores.