El plazo empezó a tener vigencia antes de las 11 de la noche del jueves. De no llegar tales pruebas, el presidente ecuatoriano anunció acciones militares contra estos “violadores de todos los derechos humanos y de todos los principios”, y afirmó también que pidió acciones contundentes al gobierno de Colombia, en conversación con Juan Manuel Santos el jueves en la tarde.

“No podemos dejar que ellos nos impongan la lucha, y en el escenario que ellos han escogido, los vamos a derrotar”, aseguró el presidente ecuatoriano.

Moreno, que canceló su participación en la Cumbre de las Américas en Perú, aceptó que las acciones periciales realizadas por los dos países, respecto a las fotografías que evidencian tres cuerpos masacrados, “manifiestan una enorme porcentualidad que pueden ser certeras”, pero no confirmó que tales fotografías correspondan a los tres secuestrados.

No obstante, el presidente Moreno finalizó su intervención con la prensa diciendo: “estamos sintiendo como propio el dolor de los familiares, el pesar de que a lo mejor su ausencia sea definitiva”.

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Entre tanto, una multitud agolpada en las afueras del Palacio de Carondelet, sede de la presidencia ecuatoriana en Quito, exigía “la verdad” respecto a la situación de los periodistas y su  acompañante, secuestrados por disidencias de las Farc desde el pasado 26 de marzo en zona fronteriza con Colombia.

Horas antes del arribo del presidente al aeropuerto Tababela de Quito, el ministro ecuatoriano César Navas informó junto con el Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses que por métodos científicos y de estudio biométrico del rostro de uno de ellos, el resultado es una alta probabilidad de que sea coincidente con los secuestrados.