“Después de muchos años de investigación, la profesora Shi Zhengli y su equipo han aislado y obtenido algunos coronavirus de los murciélagos. Ahora tenemos tres cepas de virus vivos”, manifestó Yanyi en el informativo.

La inmunóloga china, sin embargo, aseguró en el espacio televisivo que ninguna de estas corresponde a la de la enfermedad respiratoria, que ha causado miles de muertes y millones de contagios alrededor del mundo.

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Incluso, Yanyi puntualizó que no tenían conocimiento de la existencia del brote, hasta que recibieron la alerta epidemiológica y la primera muestra del SARS-CoV-2 (nombre técnico del COVID-19) el pasado 30 de diciembre.

“Después de verificar y analizar el patógeno, encontramos que contenía un nuevo coronavirus. Antes de eso, no habíamos obtenido, estudiado o mantenido el virus”, explicó la directora del centro de investigación en este mismo medio.

Las declaraciones de Wang Yanyi se dan luego de las múltiples acusaciones de algunos países, principalmente de Estados Unidos, que señalan al Instituto de Virología de Wuhan como el gran responsable de crear la enfermedad infecciosa y originar la pandemia del COVID-19.

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Para la mayoría de los científicos, el nuevo coronavirus fue transmitido al hombre por un animal. No obstante, su génesis sigue siendo todo un misterio debido a que no hay pruebas suficientes que sustenten la teoría de que este apareció en un mercado húmedo de esa ciudad.

De acuerdo con Mike Ryan, director ejecutivo para Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la secuencia genética del COVID-19 demuestra que el virus es de origen natural.