A Carlos Mattos lo reclama la justicia colombiana por “el presunto soborno a funcionarios de la Administración de Justicia de Bogotá para direccionar el reparto de una demanda iniciada por la empresa Hyundai Colombia Automotriz SA [de la que era accionista mayoritario] en contra de la compañía coreana Hyundai Motor Company”, dice la Audiencia Nacional en un comunicado.

La decisión se toma después de que el Tribunal Constitucional español anulara hace un año la entrega de Mattos por no constar determinados escritos de la Fiscalía de Colombia con el necesario refrendo judicial y tras recibir la correspondiente documentación del país..

El empresario hispano-colombiano quería asegurarse la comercialización exclusiva en Colombia de los vehículos de la marca Hyundai.

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De este modo, la Audiencia Nacional ya ha autorizado la extradición por los dos casos en los que Colombia reclamaba a Mattos, ambos relacionados con pagos a la justicia para favorecer a su empresa automovilística en el pleito con la casa matriz surcoreana.

La última palabra sobre la extradición de Mattos la tiene ahora el gobierno de España.

La defensa de Mattos alegó que no había control judicial sobre los hechos imputados a su representado, si bien la Audiencia Nacional rechaza esos argumentos y afirma que tanto las órdenes de captura como las que las prorrogaron cumplen las exigencias del convenio de extradición y el resto de garantías a las que se refirió el Tribunal Constitucional cuando anuló la extradición.

El tribunal sostiene que la nacionalidad española de Mattos no es impedimento para su extradición porque mantuvo su vinculación con Colombia, “donde ha estado desarrollando durante años su actividad profesional y donde se habrían producido los hechos por los que es investigado”.

Eso sí, en caso de ser condenado, podría solicitar el cumplimiento de la pena en España, según un acuerdo bilateral, recuerda la Audiencia Nacional.

La Audiencia Nacional tampoco ve en el estado de salud de Mattos un impedimento para su extradición; él compareció en la vista judicial sobre su envío a Colombia en silla de ruedas.

Mattos se refugió en abril de 2018 en España alegando un delicado estado de salud y en octubre de ese año la fiscalía colombiana pidió su extradición. Las autoridades españolas lo detuvieron en octubre de 2021.

A Mattos, la Fiscalía de Colombia lo pide para que responda por los delitos de cohecho por dar u ofrecer en grado de autoría, utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático en grado de determinador. Los anteriores delitos fueron imputados en la categoría de agravados.