El ministerio de Salud, adicionalmente, anunció 6.557 nuevos casos de contagio positivos. La región de Lombardía, cuyos servicios médicos están desbordados, presentó la gran mayoría de los decesos (546) y la mitad de los infectados recientes.

Las autoridades de esa región le pidieron al primer ministro, Giuseppe Conte, que tome medidas más severas que la prohibición de reuniones y las regulaciones de desplazamientos, impuestas a los italianos desde el 10 de marzo.

“Ha llegado el momento de detenerse, pero de hacerlo de verdad”, aseguraron el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, y el presidente de la provincia, Gianfranco Gafforelli, en una carta dirigida a Conte.

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“La situación en toda la región de Lombardía toma ahora aires de tragedia y esto es aún más evidente, lamentablemente, en nuestra provincia, donde vemos en estos días morir a hombres y mujeres sin poder darles un adiós digno”, añadieron los dos funcionarios.

El vicepresidente de la Cruz Roja china, Sun Shuopeng, por su parte, señaló que las medidas tomadas en el país europeo no son “lo suficientemente restrictivas”. “Hay que detener toda la actividad económica. Todos deben quedarse en casa”, puntualizó.

Según la organización Mundial de la Salud (OMS), se han registrado a nivel mundial 12.755 muertes y 297.090 casos de contagio. Italia, China, Irán, España, Francia y Estados Unidos son los países más afectados.