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“Es una declaración de guerra”, afirma a RFI Luciano Zacara, profesor del Centro de Estudios del Golfo en la Universidad de Qatar, al referirse a los bombardeos que 200 aviones israelíes realizaron este viernes en Irán, incluyendo objetivos nucleares. Peer de Jong, ex coronel de las tropas de marina francesa y vicepresidente del instituto de formación Themiis, añade: ‘Psicológicamente, Israel impone su ritmo a la región’.
Israel llevó a cabo ataques masivos en territorio iraní, centrados especialmente en instalaciones nucleares. Aunque esta opción estaba sobre la mesa, muchos la habían descartado. RFI consultó a dos especialistas para entender las razones detrás de esta ofensiva.
‘Israel se siente existencialmente amenazado’
“El contexto es favorable: la debilidad actual de Teherán, la eliminación de grupos aliados como Hamás y Hezbolá… Los planetas están alineados”, explica Peer de Jong. “Además, se sabía que Irán estaba a punto de producir armamento nuclear. Un informe de la AIEA lo indicó la semana pasada: tienen la capacidad de reprocesar uranio y han alcanzado niveles de pureza muy elevados. Eso significa que podrían fabricar una bomba en poco tiempo. Y teniendo en cuenta que Irán no reconoce al Estado de Israel y reitera periódicamente su deseo de destruirlo, Israel actúa. Es parte de su doctrina: ataques preventivos casi civilizacionales, porque consideran que su existencia está en juego. El objetivo es impedir que Irán acceda a capacidades de destrucción masiva”.
En cambio para Zaccara, Israel no tiene justificación basándose en el informe de la AIEA: “La decisión que tomó el Organismo Internacional de Energía Atómica, a través de su Junta de Gobernadores, no representa un cambio sustancial respecto a lo que se ha venido diciendo en los últimos 20 años. Es cierto que el dictamen fue negativo, pero en esencia reitera lo que ya se había establecido: que se detectaron trazas de radiactividad en ciertos artefactos o instalaciones nucleares, y que Irán no ha explicado satisfactoriamente cómo llegaron allí. Esto se viene señalando desde hace dos décadas, pero sin afirmar que esas trazas prueben la existencia —o la existencia pasada— de un programa nuclear con fines militares. Por lo tanto, no estamos ante una situación nueva o radicalmente distinta que justifique un ataque como el que llevó a cabo Israel. Y creo que eso hay que decirlo con total claridad”, insiste Zaccara.
Netanyahu, bajo presión interna, aprovecha la coyuntura
Para el profesor Luciano Zaccara, el contexto político también influye: “Últimamente, la opinión pública internacional y varios gobiernos occidentales estaban siendo más críticos con Israel por lo que sucede en Gaza y Cisjordania. Además, la presión interna sobre Netanyahu aumentaba. Así que era un momento oportuno para atacar a quien Israel considera su ‘enemigo fundamental’ y tratar de eliminar, según su visión, la amenaza que representa un Irán nuclearizado”.
Aunque en los ataques murieron figuras clave del régimen iraní, Zaccara no cree que el objetivo fuera “decapitar” al régimen: “Lo que buscan es destruir su capacidad militar y logística”, aclara.
Un golpe triple para Irán
Peer de Jong considera que estos bombardeos suponen un alto costo para Irán en tres niveles. “Primero, Israel afectó la capacidad de producción de armamento nuclear. En segundo lugar, la segunda oleada se dirigió al sistema de seguridad, especialmente a los Guardianes de la Revolución. El jefe de esa organización, Hosein Salami, murió en los ataques, al igual que el jefe del Estado Mayor. Israel atacó literalmente el sistema de mando. Y tercero, el impacto psicológico: enviar 200 aviones —una cifra enorme— a más de 1.500 km implica reabastecimiento en vuelo. En resumen, Israel marca el ritmo en la región”.
‘Entramos en una guerra de desgaste’
Ambos expertos coinciden en que Irán tendrá que responder, y ya lo está haciendo con el envío de drones contra Israel. Pero Zaccara advierte: “Irán no tiene aliados suficientes para lanzar una represalia de gran escala. He oído a algunos analistas decir que tal vez Rusia o China intervengan. No lo creo. Lo más probable es que pidan contención, como lo han hecho antes”.
Peer de Jong coincide: “Las únicas alianzas posibles para Irán serían Corea del Norte y Rusia, pero ambos países —sobre todo Rusia— están ocupados en otros frentes. Por eso, para Israel, es un momento favorable”.
Según él, Israel ha iniciado una nueva forma de guerra. “No se trata de un solo bombardeo. Es una guerra de desgaste. Para destruir por completo la capacidad nuclear iraní, harán falta ataques repetidos. Israel tiene hoy una clara superioridad militar”.
Sin embargo, no todo está asegurado. Peer de Jong subraya dos limitaciones. “Primero, muchas infraestructuras nucleares, como las de Kazan, están enterradas a decenas o cientos de metros. Esas no se destruyen fácilmente. Y segundo, los iraníes ya tienen la competencia técnica. Aunque se haya asesinado a ingenieros, el conocimiento sigue existiendo. Por eso, este ciclo se repetirá: unos intentarán fabricar armas nucleares y otros intentarán destruirlas. Entramos en un periodo prolongado de inestabilidad en Medio Oriente”.
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