El supuesto abuso sexual ocurrió la semana pasada y solo fue denunciado en la víspera a la Policía, que ha abierto una investigación para identificar y detener a los sospechosos.

Según informó la Secretaria de Seguridad de Sao Paulo, la víctima ya prestó su declaración sobre los hechos ante la Policía con apoyo del Consejo Tutelar para menores, pero aún tiene que someterse a diversos exámenes clínicos en el Instituto Médico Legal (IML).

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La Alcaldía de Praia Grande indicó que la niña está recibiendo “todos los cuidados posibles en relación a su salud y protección” y recordó que las fiestas de estilo funk, originado en Río de Janeiro y con gran influencia del hip-hop, no están autorizadas en la localidad.

Las autoridades han evitado dar más detalles sobre el asunto con objeto de preservar la identidad de la menor afectada.

En 2017 se registraron otras violaciones colectivas a menores en Brasil, varias de ellas en zonas empobrecidas de Río de Janeiro.

Aunque las relaciones sexuales lleguen a ser consentidas, el Código Penal brasileño tipifica como violación cualquier tipo de intimidad con una menor de 14 años.

EFE