RFI (Radio France Internationale) - radio francesa de actualidad, difundida a escala mundial en francés y en 15 idiomas más*, mediante 156 repetidores de FM en ondas medias y cortas en una treintena de satélites a destino de los cinco continentes, en Internet y en aplicaciones conectadas, que cuenta con más de 2.000 radios asociadas que emiten sus progra...
¿Se encuentra la industria de defensa al borde del colapso? En Europa, los industriales se enfrentan a una ecuación complicada, señala el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri). Antes de la invasión de Ucrania, una parte importante del titanio utilizado por la industria aeronáutica mundial, en particular por Airbus y Safran, procedía de Rusia, un proveedor difícil de sustituir.
Otra presión importante: Pekín, que controla una parte decisiva de la producción mundial de tierras raras, ha endurecido desde hace varios años sus restricciones a la exportación. La francesa Thalès y la alemana RheinMetall han tenido que reestructurar su cadena de producción, lo que supone un coste elevado.
Los gigantes estadounidenses acumulan retrasos y sobrecostes
En 2024, la facturación acumulada de las 100 principales empresas armamentísticas estadounidenses aumentó un 3,8 %, hasta alcanzar los 334 000 millones de dólares. Y 30 de las 39 empresas estadounidenses de la clasificación registraron un aumento de sus ingresos. Entre ellas se encuentran importantes fabricantes de armas como Lockheed Martin, Northrop Grumman y General Dynamics.
Pero también en Estados Unidos, la industria de defensa se enfrenta a obstáculos con sobrecostes y retrasos que afectan a dos programas clave: el del caza F35 y el de los submarinos de la clase Columbia, y el misil balístico intercontinental Sentinel (ICBM).
En Rusia, falta de mano de obra
Dos fabricantes de armas rusos también figuran entre los 100 mayores fabricantes de armas del mundo: Rostec y United Shipbuilding Corporation, cuyos ingresos acumulados aumentaron un 23 % hasta alcanzar los 31.200 millones de dólares. La demanda interna ha compensado con creces las pérdidas de ingresos debidas a la caída de las exportaciones de armas. Sin embargo, falta mano de obra cualificada para satisfacer las necesidades de la economía de guerra rusa.
En todo el mundo, la industria de defensa funciona bien, “demasiado bien”, según el Instituto de Estocolmo. Incluso se ve desbordada por los pedidos.
* Pulzo.com se escribe con Z