Grace se sorprendió en 2018 al empezar a sentir mareos, pues a pesar de que tenía una vida sexual activa con su novio Joe Cowling, tomaba píldoras anticonceptivas. Por ello, un poco incrédula, se realizó varias pruebas de embarazo, que salieron positivas, publica el diario The Mirror.

Sin embargo, quiso la opinión de un médico, el cual le confirmó que sí estaba embarazada y desde ese momento se ilusionó con ser mamá y hasta llegó a pensar en nombres para su primogénito con su pareja, explica el mismo medio.

Decidimos continuar con el embarazo, estábamos muy felices y emocionados. Nuestros padres no podían esperar para ser abuelos por primera vez”, dijo Baker-Padden al rotativo británico.

Durante los siguientes días, comenzó a vomitar todos los días y también noto una “hinchazón muy leve” en su vientre. Luego, entre las semanas 8 y 10 del supuesto embarazo, la británica empezó a notar varias manchas de sangre, por lo que visitó a su médico de cabecera para evitar un aborto espontáneo, detalla The Mirror.

El médico pidió que fuera cada semana a un control y en el de la semana 12, durante una exploración se dieron cuenta de que “no se veía bien”.

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No había forma de bebé, parecía un racimo de uvas. La enfermera dijo que parecía un ‘embarazo molar’ y fue a buscar un médico. Buscamos en Google y vimos que a veces significaba cáncer. Comenzamos a entrar en pánico”, dijo Joe Cowling, novio de Grace, a ese rotativo.

Ese mismo día se confirmó que era un embarazo molar, una enfermedad trofoblástica gestacional que se produce cuando un óvulo no fertilizado se implanta en el útero.

Esto hizo que los niveles hormonales de Grace se dispararan, haciendo que su cuerpo imitara un embarazo. Este tipo de enfermedad afecta a uno de cada 600 embarazos, y el uno por ciento son cancerosos.

La joven eliminó la masa cancerosa 48 horas después de enterarse de que no estaba embarazada y las pruebas determinaron que si era maligna, por lo que tuvo que tomar durante los siguientes 6 meses medicamentos de quimioterapia, indica el mismo diario.

La joven pareja todavía sueña con tener un hijo a pesar de esta terrible situación que vivieron, aunque por ahora van a esperar un rato hasta que se estabilicen los niveles hormonales de Grace, finaliza The Mirror.