La sequía extrema que azotó a Australia en 2019, originó una serie de incendios forestales sin precedentes hasta 2020. Los reportes aseguran que el evento alcanzó más de 5,8 millones de hectáreas, es decir, 156 veces el área Medellín (37 mil hectáreas).

Además de los daños en flora y fauna, pérdidas humanas y bienes materiales, los incendios causaron columnas de humo que se elevaron a la atmósfera y aumentaron las temperaturas en todo el planeta.

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Lo que sucedió “fue equivalente al tipo de impacto que veríamos en una erupción volcánica moderada”, dijo la científica del paleoclima, Nerilie Abram, de la Universidad Nacional de Australia en Canberra a la Revista Nature. “Lo que estamos descubriendo sobre la escala de estos incendios es notable”.

 

Una nueva publicación de la revista Scientific Reports informó que la temperatura de la estratósfera inferior aumentó 3 °C en Australia y 0,7 °C a nivel mundial a causa de los incendios. Además, probablemente, hizo más grande el agujero en la capa de ozono

¿Qué es la estratósfera?

La estratósfera se extiende desde la superficie hasta los 10 y 15 kilómetros de altitud. Normalmente, las partículas de humo no suelen llegar hasta ese punto, pero la magnitud de los incendios australianos alcanzó más de 35 kilómetros de altura, explican en el estudio.

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Eso produjo una serie de nubes de humo que contienen carbono negro, que absorbe calor, luz solar y calienta el aire, explicó a la misma revista el coautor del estudio Jim Haywood, científico atmosférico de la Universidad de Exeter (Reino Unido). “Hubo partes de la costa que estuvieron bajo una nube de humo durante meses”, mencionó Abram.

El equipo de científicos utilizó datos de satélites en órbita polar y de teledetección para observar cambios en la distribución de partículas de humo y combinaron esta información con modelos climáticos. Descubrieron que el impacto de las partículas de humo coincidía con los picos de temperatura.

El agujero en la capa de ozono

Los modelos también indicaron que las reacciones químicas entre el humo y el ozono en la atmósfera aumentaron el tamaño del agujero de ozono antártico.

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Cuando la capa de ozono se daña, más radiación del Sol llega a la Tierra, causando daños al medio ambiente y a la salud humana.

“El año anterior a los incendios, teníamos un pequeño agujero en la capa de ozono. En 2020, nos sorprendió bastante porque había un agujero de ozono muy, muy profundo. El agujero duró alrededor de cinco meses.”, dijo Haywood.