Poco antes de su muerte, Antonio le dijo a su hermano que había sufrido un accidente en la calle, por lo que se recostó para descansar. De un momento a otro, murió, informó La vanguardia.

Eduardo decidió ocultar su muerte para seguir cobrando los 1.000 euros (3’400.000 pesos) que su hermano recibía de pensión. De acuerdo con el medio, el hombre lo hizo porque él apenas recibía una ayuda social de 300 euros (1’030.000 pesos).

El diario agregó que el conjunto donde vive Eduardo cuenta con buena ventilación natural, por lo que ninguno de los vecinos notó el olor del cadáver durante los más de 5 meses que estuvo allí. La suerte del hombre terminó este domingo cuando, por fin, la comunidad alertó a las autoridades de un hedor en el edificio.

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El País de España indicó que la policía llegó al domicilio de Eduardo y, en un principio, el hombre les dijo a los oficiales que su hermano ya no vivía con él y que no sabía dónde estaba. Al final, confesó todo y dejó entrar a su casa a los uniformados, quienes confirmaron que el cuerpo de Antonio no presentaba signos de violencia.

Según el diario, Eduardo fue arrestado y ahora está acusado de omisión del deber de socorro y estafa bancaria. La Vanguardia agregó que hay un debate jurídico sobre si en este caso también hubo profanación del cadáver.

Aunque este caso es insólito, no es el único que se ha registrado en el mundo. En febrero de este año, por ejemplo, se conoció la historia de una anciana que vivió con su madre momificada por al menos 30 años.

Otro caso similar se registró en India, en abril pasado: un hombre de 46 años metió el cadáver de su mamá el congelador y vivió así por 3 años. El hombre lo habría hecho para seguir cobrando la pensión de la mujer.