Ted Pelkey pretendía trasladar su negocio de taller de mecánica y reciclaje al garaje de su residencia pero varios miembros de las autoridades de urbanización de la ciudad se opusieron, recoge el portal Unilad.

La escultura de una mano con el dedo del medio levantado está hecha de un bloque de madera de pino de poco más de 300 kilos de peso y fue erigida sobre un poste de la luz de casi 5 metros de alto.

El hombre se queja de que su caso no fue tratado con justicia y que por ello tomó la decisión de darles ese mensaje, que en EE. UU. y otros países es una seña vulgar para decirle a alguien “que se vaya al demonio”.

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Pelkey fue enfático en aclarar que su obra de arte tiene la intención de llamar la atención de algunos miembros de la Alcaldía, más no de ofender a los residentes del municipio, a quienes se refirió como “muy buenas personas”.

Según al artículo de Unilad, la escultura es considerada arte y hace eco de la libertad de expresión, por lo cual no será removida de su sitio, pues no está en contra de ninguna ley.

Esta es la imagen de la singular escultura:

Dedo
La imagen de la protesta. / Facebook Ted Pelkey