El hombre empezó a sentirse mal después de morderse la piel de una de sus uñas y fue allí que contrajo una sepsis o septicemia, una infección que se produce por la “presencia en la sangre de microorganismos patógenos o de sus toxinas”, de acuerdo con la definición de la RAE.

Hanoman padeció durante una semana lo que pensaba que era una gripa, pero en realidad la infección se estaba expandiendo por todo su cuerpo. El hombre relata, citado por ABC:

“Estuve trabajando toda la semana y empecé a tener síntomas parecidos a los de la gripa que empeoraban gradualmente. Tenía sudores fríos, estaba temblando y luego estaba caliente. Y entonces mi dedo comenzó a hincharse y tuve ese latido insoportable. Empecé a estar muy raro y no podía concentrarme”.

Un día, la madre del joven llamó a un médico porque su hijo no se despertaba, después de dormir muchas horas y lo llevaron a un hospital, relata El Huffington Post.

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Al llegar al centro médico le dijeron que tenía mucha suerte de seguir vivo. Tenía la temperatura muy alta y comprobaron que la infección, en efecto, lo estaba invadiendo. Estuvo 4 días internado en el hospital de Southport, donde lo trataron con antibióticos hasta que se recuperó.

El caso evidencia que el hábito de comerse las uñas puede llevar a graves enfermedades debido a que en algunas heridas que quedan en los dedos se pueden contraer infecciones delicadas. Por eso es muy importante dejar de lado esa costumbre.