El hombre burló la seguridad del mandatario y se aproximó a él con el objetivo de pedirle ayuda para rehacer su vida luego de salir de la cárcel.

“Es un joven de 31 años de edad, se llama José Luis y tiene una gran desesperación porque le plantaron (pusieron) droga y lo metieron a la cárcel dos años y no tuvo apoyo de abogado ni de nadie y al salir no encuentra la forma de salir adelante”, explicó en la conferencia matutina Leticia Ramírez, coordinadora de Atención Ciudadana.

El joven irrumpió en la mañana del lunes primero de marzo en el Palacio Nacional y fue directo a hablar con el presidente sin importar que la conferencia matutina estaba ya en su curso.

Este es el momento en que el hombre se aproxima al presidente mexicano, en el que se le ve hablando muy cerca con el mandatario:

El sujeto, quien se encontraba detrás del templete donde se realizan las conferencias en el Palacio Nacional, de pronto caminó hacia el mandatario, quien estaba a un lado de la pantalla, mientras se daba un informe de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

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El hombre se acercó para conversar con el presidente, que se recupera del COVID-19, sin que ningún elemento de seguridad se lo impidiera; el presidente lo tomó del brazo, lo escuchó y hasta dejó que el hombre le tocara el estómago.

Al mismo tiempo un trabajador en el Palacio Nacional se acercó al hombre e intentó llevárselo, pero López Obrador pidió que lo dejaran hablar y después de unos segundos, el hombre se retiró junto con Leticia Ramírez.

El presidente se mantuvo en calma, hablando muy de cerca con el hombre

Ramírez señaló que el joven no fue a buscar que se revise su caso en la Fiscalía de Durango, de donde es originario, sino a “encontrar un camino” para seguir con su vida.

Reconoció que aún no se sabe cómo ingresó al Palacio Nacional, ni tampoco cómo logró burlar la seguridad.

“Se está investigando cómo entró”, contestó y descartó que haya entrado por la puerta de Atención Ciudadana.

Andrés Manuel López Obrador destacó que “no se puede tener tanta vigilancia” y recordó que antes había miles de efectivos que formaban parte del Estado Mayor Presidencial.

“Antes estaba el Estado Mayor Presidencial, eran 8.000 vigilantes alrededor del presidente, un exceso”, calificó.

Y aceptó que él como presidente y político siempre está en riesgo pues “siempre he tenido contacto con la gente”.