En un comunicado, Blok informó que, junto al gobierno australiano, consideran a Rusia “formalmente responsable” del “despliegue de la instalación del (sistema de misiles) BUK con la que se derribó” el MH17 en el este de Ucrania en julio de 2014.

La declaración se produce un día después de que Equipo Conjunto de Investigación (JIT, por sus siglas en inglés), formado después del desastre, confirmara este jueves que el sistema de misiles aéreos que derribó el Malaysia Airlines pertenecía a una unidad militar rusa, que lo trasladó desde Kursk (Rusia) hasta Donetsk (Ucrania) un mes antes del ataque.

Las autoridades rusas ya han sido informadas por ambos países de este paso, una herramienta relevante que toman los Estados cuando otros “no cumplen las reglas del Derecho Internacional”, añade la nota.

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“El derribo del vuelo MH17 ha causado un sufrimiento irreparable. El gabinete siempre ha dicho que la verdad sobre el vuelo debe estar sobre la mesa y se debe proporcionar justicia para las víctimas y sus familiares”, advirtió el gobierno.

Con este paso formal se inicia “un proceso legal complejo”, reconoce el Ministerio holandés, y por eso ambos países han pedido a Rusia que “colabore”, con el objetivo de encontrar “una solución que haga justicia al enorme sufrimiento y el daño causado” por el derribo del avión malasio en julio de 2014.

El derribo del avión causó la muerte de 298 personas, en su mayoría holandeses y australianos.