De acuerdo con el relato de The Washington Post, Crystal recuerda aquella época de manera sombría. Dijo que apenas se llevaba bien con sus otros 3 hermanos, que no era la niña feliz que su madre veía y que era tan “miserable” que el único plan que tenía era escapar de su casa.

La mujer recordó a ese diario que los abusos sexuales comenzaron cuando tenía 9 años y que fueron tan constantes durante los siguientes 5 años que ya parecía normal. Nunca tuvo el valor de contárselo a alguien, pero cuando se convirtió en una adolescente, se dio cuenta de que no era algo normal.

Explicó que con el pasar de los años, creyó que su madre tenía que saberlo. Esa sospecha se convirtió en verdad para Crystal y por eso decidió abandonar su casa en busca de una nueva vida. Cynthia Haag, mamá de Crystal, se defendió y dijo al Post que era “ridículamente falso”: “¿Qué clase de madre haría eso?”, expresó.

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En la noche 26 de abril de 1997, la joven tomó un bus desde Baltimore, donde vivía, hacia Nueva York. Los primeros días tuvo que dormir en la calle, no llevaba de dinero. Sin embargo, al llegar al barrio Upper Manhattan, le presentó al mundo una nueva persona: Crystal Saunders, una mujer de 23 años y todos le creyeron, pues a pesar de que tenía tan solo 14 años, su desarrollado cuerpo no generó ninguna duda, explica el rotativo estadounidense.

Pronto estaba limpiando casas y apartamentos. Además, encontró casa en un vecindario, en su mayoría, dominicano. Tiempo después, quedó embarazada de su primer hijo, con padre latino. Con el tiempo, ya hablaba en español fluido y dio a luz a otros 3 pequeños, detalla The Washington Post.

Crystal no tenía ninguna intención de retomar contacto con su mamá y hermanos, pero Bryan, su hijo mayor, comenzó a hacerle preguntas sobre su familia. Estaba aterrorizada de volver a verlos, pero la insistencia de su primogénito hizo que le escribiera, por Facebook, a Bianca, su hermana mayor.

Luego de eso, explica la mujer, todo fue muy rápido. Su hermana fue a recogerla ese mismo día y en la noche ya se había reencontrado con su madre, incluso ella le pidió que durmiera en la misma cama en la que lo hacía antes de que desapareciera. Ahora, llevó a toda su familia a vivir a Baltimore y de a poco retoma la relación con su familia, finaliza el Post.